Si se reprobase el Senado por asistencia, Eduardo Frei hace rato que no sería parlamentario. Es el que más ha faltado en este período legislativo sin tener ninguna excusa. Su asistencia a las sesiones alcanzan el 73%. De 33 sesiones del Senado hasta este 9 de julio, el candidato oficialista suma 9 ausencias.Es una imagen que a veces tiende a cansar. Verlos en la mañana, luego en los diarios, después en el medio día, más tarde en los avances, otra vez a las 9 de la noche y finalmente a medianoche. La politique du cirque nos tiene sometidos al juego hipnótico del marketing político. Todo es marketing político: los gestos, las frases hechas, incluso las propuestas. En fin. El tema es que los candidatos casi forman parte de nuestra familia, los vemos más que a nuestros propios padres e hijos. Y ese es el problema, los vemos mucho, pero hacen poco.
Lo anterior, no es tan difícil descubrirlo. Cualquier ciudadano puede ser fiscalizador, algunos con el voto (que yo no tengo), otros con el acceso a los medios (que hasta cierto punto sí tengo) y otros con el cuchicheo de vecino a vecino, que a la postre resulta muy útil para masificar ideas. El tema es que en esta pasada se descubrió las andanzas del «Senador Candidato», el DC Eduardo Frei, quien está olvidando que primero es parlamentario, antes que postulante a La Moneda.
Una revisión tincada por la famosa transparencia estatal, en la web del Senado, están presentados el desempeño de nuestros representantes en el poder legislativo. El senador, quien en el preciso momento en que se escribe este texto debe estar junto a la presidenta Michelle Bachelet en una «gira» en la Región de los Ríos y muy lejos de su banquillo senatorial (¿no es eso intervencionismo?), tiene un pobre registro de asistencias tanto en sesiones normales como en las distintas comisiones en las que participa.
Pero vayamos por parte. El porcentaje de asistencias a la cámara alta del ex presidente roza apenas un 73%, el más bajo de los senadores, sin contar a Soledad Alvear (33%), Nelson Ávila (70%) y Fernando Flores (73%), quienes tienen todas sus inasistencias debidamente justificadas, por lo que se consideran como presentes, cosa que no ocurre con Frei. Para graficarlo aún más, de 33 sesiones realizadas hasta la fecha de hoy (9 de julio del 2009), el candidato oficialista suma 9 ausencias, lo cual preocupa.
Pero eso no es todo. Para hacer más alarmante el tema, vale consignar que a las distintas comisiones a la que el senador DC pertenece, el panorama es aún más denigrante. Frei integra tres comisiones, la de Hacienda; la de Hacienda y Defensa natural; y la de Hacienda y de Trabajo y Previsión Social. En la primera, de 33 sesiones realizadas desde que pertenece a esta, sólo ha asistido a 8, sí, leyó bien, sólo a 8 de 33. En la segunda, de 2 reuniones celebradas tiene 1 asistencia; y de la última, de 4 sesiones, sólo estuvo en 2.
Incluso más, como para seguir afectando a los Freístas, su contrincante en la carrera presidencial y también parlamentario, Marco Enríquez-Ominami (diputado), vive una situación totalmente contraria superándolo ampliamente en porcentajes de asistencia, con un 95,12% de presencias en las sesiones de la Cámara.
Entonces senador Frei, ¿olvidó acaso que continúa siendo parlamentario?. Todos somos ciudadanos, y todos podemos exigir probidad y mantener los ojos bien alertas a cualquier irregularidad. Ante esto, por muy candidato que sea, primero se debe cumplir ciertas responsabilidades, que también son políticas y a la que debe responder diariamente. Primero, Sr. Frei, sea senador, luego candidato.
Por Julio Sánchez Agurto / Director Periódico La Diagonal – LaDiagonal.cl