Una brutal agresión por parte de un funcionario de carabineros de Lago Ranco sufrió un vecino de esa ciudad, de acuerdo a la denuncia efectuada a nuestro medio por su pareja, quien también resultó lesionada al intentar defenderlo.
De acuerdo al testimonio entregado por Carol Aguirre, de 24 años, la situación se produjo el pasado lunes minutos antes de las 21:30 hrs., luego que su pareja Iván Barrientos, de 30 y chofer de maquinaria pesada, se sintiera repentinamente mal a causa de una brusca alza de presión. Según refiere Carol, Barrientos decidió, ante la emergencia, acudir al Consultorio ranquino en un vehículo propiedad de su padre, el que no tenía sus papeles en regla.
Luego de ser atendido Barrientos en el centro asistencial, la pareja volvía a su casa de calle Concepción, cuando dos carabineros que realizaban un control de rutina les solicitaron detenerse. “El cabo Enzo Truán increpó groseramente a Iván, diciéndole que no le importaba que estuviera enfermo. Que si no tenía los papeles del auto se iba detenido inmediatamente. Como Iván dijo que no se sentía bien y que no se iría detenido, el cabo Truán sacó su arma de reglamento, apoyándosela en una pierna y amenazando con dispararle”. Continúa relatando Carol que su marido discutió acaloradamente con los policías, desafiando a Truán a que “si era tan ‘choro’, le disparara”.
En ese momento, el acompañante de Truán, el carabinero Oscar Torres, intentó forzar un brazo de Barrientos, con el fin de esposarlo. Éste trató de volverse hacia los policías, instante en que el cabo Truán le asestó un fuerte golpe con su luma en la cara, impactándole el ojo izquierdo. A causa del intenso dolor y al perder la visión de su ojo, el herido manoteó para defenderse, dice la mujer, logrando zafarse de los policías, que se habrían retirado del lugar sin proceder a su detención.
Detenido y enviado descalzo al calabozo
La pareja resolvió entonces volver de a pie al Consultorio para constatar lesiones. Mientras caminaban y cuando se encontraban ya a media cuadra de ese recinto, se les habría atravesado al frente el furgón policial, del cual descendieron varios policías, algunos de civil, con el fin -dice Carol- de golpear a su pareja y detenerlo, pues traían las lumas en las manos y los trataron con mucha grosería y prepotencia. Al ver que Truán se acercaba dispuesto a golpear nuevamente a su pareja con la luma, ella se le abalanzó, sosteniendo el “churro” con ambas manos. Truán la habría apartado con violencia, causándole contusiones leves en las muñecas y un codo, como certificó el correspondiente informe de lesiones del Consultorio. (ver fotografías anexas).
Para evitar que la situación se volviera inmanejable, Iván Barrientos decidió subir al carro policial. Desde ese momento fue golpeado con las lumas en la espalda, al subirlo y al bajarlo del vehículo en la tenencia de Lago Ranco.
Al llegar a la tenencia, ya pasadas las 22 horas, Barrientos fue despojado de sus zapatillas y calcetines e ingresado descalzo a un calabozo, pese a su debilitado estado de salud y al intenso dolor en su ojo y hombro izquierdo, producto de los golpes recibidos.
El jefe de la unidad policial, suboficial mayor Enrique Flores, fue a conversar al calabozo con el detenido y –según indica Iván Barrientos- lo increpó diciéndole: “yo creía que tú eras otra persona” y lo trató –dice- “como a un delincuente”. “Yo le preguntaba ¿qué hice? Yo sólo fui al consultorio porque estoy enfermo y, por favor, déjenme ponerme las zapatillas porque me siento mal”.
Habiendo transcurrido entre 40 minutos y una hora desde la detención de su pareja, dice Carol que el suboficial Flores volvió donde ella, diciendo que “para que viera que era consciente y preocupado de las personas, iba a enviar en su vehículo particular a Barrientos hasta el Consultorio a constatar lesiones”.
En el Consultorio lo atendió durante largo rato el doctor Patricio Gómez, quien pidió que le realizaran una radiografía por la lesión en el hombro y un examen oftalmológico por el serio compromiso que se apreciaba en su ojo izquierdo, que hizo pensar en un principio en que habría desprendimiento de retina, lo que los exámenes posteriores descartaron.
Fue enviado a Río Bueno en la ambulancia del Consultorio, sin custodia policial, pero en esta ciudad le esperaban dos funcionarios que insistían en querer llevarlo detenido luego del examen médico en el Hospital. El médico de turno no lo permitió, por el delicado estado en que se encontraba Barrientos.
Maltrato de obra a carabineros
Al día siguiente fue llevado a Valdivia en una ambulancia para realizarle el examen oftalmológico y luego fue trasladado de vuelta a Río Bueno en un bus, en el cual viajó junto a dos policías, esposado y recibiendo un trato “muy humillante”, dice Barrientos.
Finalmente, el miércoles 22 fue llevado hasta la Fiscalía Militar de Valdivia para ser sometido al respectivo control de detención, en donde la fiscal militar, capitán de ejército Paulina Díaz, determinó abrir una investigación por la denuncia de malos tratos hacia Iván Barrientos y su pareja, así como instruir la causa en la que carabineros acusa a Barrientos de “maltrato de obra a carabineros de servicio”. Las primeras diligencias quedaron a cargo de la PDI, que deberá interrogar a los testigos de estos hechos y realizar otras gestiones que permitan esclarecer lo ocurrido. Iván Barrientos quedó en libertad condicional mientras se lleva a cabo la investigación, debiendo firmar cada 15 días en la Fiscalía Militar.
Carol Aguirre señaló, por último, que espera se haga justicia en el caso de ella y su pareja, pues, si bien reconoce que cometieron una infracción de tránsito, nunca se hubiera esperado pasar por toda esta situación de vejámenes y malos tratos. La mujer sindica al funcionario Enzo Truán como el principal responsable de los hechos de violencia sucedidos, pues, señala, “habitualmente está maltratando verbal y físicamente a los detenidos y a los jóvenes a los que les hace controles de detención. Incluso me enteré en la Fiscalía que tiene otras demandas por malos tratos”. @ER
[nggallery id=273]