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En Lago Ranco, la Viña Casa Silva produce el vino más austral de Chile

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VINO-1-770151*Decidieron apostar e instalarse en el sector hace poco más de dos años. En 2010 se hará la primera cosecha, de la que saldrán botellas de pinot noir, chardonnay y sauvignon blanc.

Dos años después de haber plantado las parras, la familia Silva -propietaria de Viña Casa Silva- logró esta temporada los primeros resultados.

Una primera cosecha -de laboratorio- les entregó una muestra de cómo será el nuevo producto que el próximo año producirá los primeros vinos comerciales.

Ligada al negocio desde hace años, la familia siempre había trabajado en el valle de Colchagua. Pero la misma idea que los llevó a producir vinos a los pies de la cordillera hace más de 10 años o a desplazarse hacia la costa del valle hace pocos años, fue la que los llevó a interesarse en la búsqueda de nuevas oportunidades.

«Estábamos estudiando diferentes sectores para plantar uvas de vinos blancos y de pinot noir», explica Mario Pablo Silva, gerente general de la viña que formó su padre, Mario Silva, y en la que también trabajan sus hermanos. Pero a diferencia de las otras oportunidades, esta vez decidieron desplazarse cientos de kilómetros y aterrizar en el campo que tiene la familia en Lago Ranco.

Hace tres años analizaron los suelos y el clima para determinar si existía potencial. El que los terrenos estuvieran, más o menos, a la misma altura de sectores de Nueva Zelandia donde también se producen vinos blancos y pinot noir, y que a los Silva siempre les haya gustado estar cerca de los negocios, terminaron por tentarlos. «Por lo que hemos estudiado creemos que sí tiene potencial, porque los suelos tienen mucho drenaje y porque el clima ha cambiado bastante. Ya no es lo mismo que hace algunos años, ahora no llueve tanto», asegura Mario Pablo Silva.

Con una cosecha que asegura va a ser más tardía que las tradicionales, lo que quieren es buscar máxima calidad y producir un vino diferente. Eso sí, saben que el escenario climático podría condicionar la posibilidad de tener un vino uniforme todos los años, como sí se obtiene en tierras ubicadas, por ejemplo, en el Valle Central.

Lo que viene

A un costo de unos US$ 10 mil por hectárea, decidieron plantar las primeras seis. Y son esas mismas las que hoy están a punto de dar origen a las primeras botellas de sauvignon blanc, pinot noir y chardonnay más australes de Chile. «Mulchén estaba hasta ahora como lo más austral. Hoy es considerada la última frontera del vino, pero Lago Ranco queda 300 kilómetros más abajo», explica Silva.

Aunque el vino aún no tiene nombre, cuenta que lo más probable es que tenga relación con el lugar. Llasquenco -el nombre del fundo de la familia-, Futrono o Lago Ranco podrían estar dentro de las opciones que se barajarían para un vino que, de todas maneras, va a costar más de $10 mil por botella y que no va ser producido en gran volumen. La idea de la familia es obtener un vino de calidad y diferente.

Al nuevo negocio le tienen fe, tanto que este año ya dejaron preparado el sistema de riego y la instalación eléctrica, y construyeron un pequeño tranque para seguir plantando. La idea es llegar a 2012 con entre 15 y 20 hectáreas plantadas.

A los pies del lago Por cada una de las hectáreas plantadas debieron invertir unos US$ 10 mil. Con el resultado de la «apuesta» producirán botellas de vino de edición limitada que van a estar en restaurantes y tiendas especializadas.

Fuente: Elmercurio/Economialosrios.cl

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