Un niño de 10 años conduciendo un auto robado, una pandilla de adolescentes que va en su rescate y la detención a las horas de los mismos chicos, luego de atracos a tiendas de ropa o centros comerciales, sacudieron la agenda pública estos días. La historia del ‘Cisarro’ y sus amigos no sólo aceleró la reestructuración del Sename y visibilizó el ambiente en que muchos niños hoy crecen, sino que también puso en sus límites las instancias sociales de intervención. Hoy una dosis diaria de clozapina contiene la furia de un hijo del Estado subsidiario.
Cuando a la jefa de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Peñalolén, Norma Maray, la prensa le consultó respecto de las cosas hechas para ayudar a la familia de ‘Cisarro’, la funcionaria dijo que ya le han dado “harta ayuda”: Desde 2005 el municipio le ha entregado 12 camarotes, mercadería, medicamentos y pañales; el 2006 le pagaron las cuentas de luz y agua, el 2007 le dieron 130 mil pesos para deudas y hace un año le dieron a la madre del menor un kiosco.
Pero ‘Cisarro’ es porfiado y no cree en los caminos institucionales. Persiste en seguir el camino inaugurado la noche del 24 de septiembre del año pasado, cuando asaltó junto a otros adolescentes la casa del empresario nipón Masataka Wada Nakamura, a quien golpearon y maniataron. Una billetera con 170 mil pesos, un plasma y un notebook marcan la diferencia.
La acción la repitieron en la casa del académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Leonidas Montes Lira, ubicada a 500 metros de la residencia de Bachelet, el 2 de octubre siguiente, en donde luego de agredir al académico se llevaron 5 millones de pesos.
Un asunto de matemáticas cuya repercusión medial además lo hizo famoso de la noche a la mañana entre sus vecinos y amigos. A menos de un año el menor lleva 15 detenciones. La última por conducir un auto robado.
En mayo fue expulsado nuevamente de un colegio por golpear a un auxiliar. Alcanzó a cursar segundo básico, pese a que a su edad debiera estar en quinto.
El genograma
También la municipalidad ha aprovechado las entrevistas con las asistentes sociales para producir un genograma, árbol genealógico que registra información sobre los miembros de una familia y sus relaciones.
‘Cisarro’ es el octavo de 10 hijos de Jacqueline (43), quien está fichada como ‘drogadicta’ y microtraficante. Su padre es un guardia se seguridad que no lo ve desde que tenía un año de vida y su padrastro cumplió hace poco una condena por asalto.
La familia vive con 60 mil pesos en un departamento de 58 metros cuadrados, aportados por el gobierno y un particular desde hace 15 años.
Dos de sus hermanos mayores cumplen condenas por robo y otras dos hermanas viven en un hogar de acogida luego de denunciar maltrato intrafamiliar. Una, de 18 años, fue expulsada de la casa cuando quedó embarazada.
Dame la mano y danzaremos
Pero a ‘Cisarro’ no le han fallado los amigos. A los pocos días de su detención, fue rescatado del Centro de Tránsito y Diagnóstico del Sename, en Pudahuel, donde había sido destinado, por una banda de menores de edad.
El grupo era dirigido por ‘Loquin’ (Diego), de 13 años, quien llegó armado y caería a las pocas horas tras ser sorprendido hurtando en un mall de Estación Central. Cayó preso y volvió a escapar este martes.
Junto al Loquin, fue detenido el ‘Ceja’ (Cristian), quien a sus 15 años debió enfrentar la justicia por un violento asalto a una familia en Peñalolén. El Ceja tiene nueve sentencias por receptación, robo de vehículos, robo de bienes nacionales de uso público y robo en lugar no habitado, además de una orden pendiente por ingresar a una propiedad privada. También se le acusa de violar a una menor de edad.
Los policías acusan como líder de esta banda al ‘Garra’, quien ha sido detenido 55 veces y hoy está en forma provisoria en un centro del Servicio Nacional de Menores, Sename.
Fin del Sename
El caso provocó la típica ‘reunión de coordinación entre las autoridades’. Este lunes el subsecretario de Justicia, Jorge Frei, dijo que se seguirán los programas aplicados con todos los menores, “como las de intervención especializada que trabajan con ellos y sus familias (…) Tenemos que profundizar tanto la cobertura como la focalización y la intervención”- remató Frei.
Por su parte, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, dijo que “si la familia falló, el Estado no va a fallar, no lo vamos a abandonar, vamos a seguir realizando todos los esfuerzos, todas las acciones que sean posibles para que Cristóbal pueda reconstruir su red de protección vecinal, familiar, de amigos”.
Este martes se anunció además una completa reestructuración del Sename, que integrará las funciones desempeñadas hoy por el organismo con otras destinadas a la infancia mantenidas por Mideplan.
Palabras más, palabras menos, lo cierto es que ‘Cisarro’ el año pasado ingresó a tres programas sociales con observación permanente: 24 horas, del municipio de Peñalolén y el Ministerio del Interior; otro de la Fundación Niño y Patria de Carabineros y un tercero de la Dirección de Protección Policial de la Familia (Diprofam).
Para su cumpleaños, carabineros le tuvo una sorpresa dada por el mayor Jorge Alvarado de la 18a Comisaría de Ñuñoa, quien oficiaba de tutor: una camiseta del club deportivo de la Universidad de Chile, firmada por el plantel de la U y una visita al estadio para ver entrenar al equipo.
Pero al Cisarro no le gustó que al momento de recibir el regalo se invitara a la prensa e intentó arrancar del show armado.
Fracaso de la Ley de Responsabilidad Adolescente
Pese a la cobertura mediática de la vida de Cisarro y sus amigos, ya a nadie se le ocurre que la solución sea bajar nuevamente la responsabilidad penal.
La Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, cuyos promotores la justificaron como una manera de prevenir la delincuencia juvenil, mantiene procesados hoy a más de 70 mil adolescentes entre los 14 y 17 años. Sólo en la Región Metropolitana hay 3.963 niños con arraigo policial, según datos de carabineros.
Alicia del Basto, presidenta de la Asociación de Funcionarios del Sename, denunció que el único centro destinado a contener a los niños que delinquen, Los Acacios, fue cerrado el 2007. Del Basto acusa que “se cerró por un criterio economicista. Se iba a implementar la Reforma Procesal Penal y como vieron que faltaba infraestructura para su funcionamiento destinaron dicho centro para un establecimiento semicerrado femenino”.
Clozapina
Como la sociedad falla, el arsenal psiquiátrico fue el último recurso invocado ante ‘Cisarro’. El Cuarto Tribunal de Familia de Santiago determinó someterlo a un examen psiquiátrico en el Servicio Médico Legal y una terapia en el Hospital Luís Calvo Mackenna. A lo menos el chico estará allí internado durante 10 días, según el dictamen de la magistrada.
El menor está en una pieza con cámara de seguridad todo el día y una custodia de 2 carabineros durante las 24 horas. Afuera del hospital se mantiene un furgón con más policías para evitar un nuevo rescate.
A juicio del psiquiatra Rodrigo Paz, a cargo de la Unidad de Corta Estadía de dicho centro asistencial, el menor a lo menos deberá estar internado durante 6 semanas. “Si es necesario tenerlo aquí un año, hasta que aparezca el hogar, lo vamos a hacer, porque no lo vamos a dar de alta hasta que no haya un lugar adecuado donde recibir a este menor”- sostuvo el psiquiatra.
El diagnóstico médico acusa que el niño tiene “un síndrome de desregulación emocional severa”. Y la receta son “medicamentos para regular sus emociones”- según sostuvo el facultativo.
La pastilla que le dan al menor es clozapina, usado en el tratamiento de la esquizofrenia infantil. Entre sus efectos secundarios se acusa fuerte sedación, aumento de peso, descenso de la tensión arterial y aumento de triglicéridos. Será la terapia dada para calmar a un niño de 10 años y la pesadilla de una sociedad enferma.
Fuente: www.ElCiudadano.cl