Marri marri pu peñi pu lamuen:
Mi nombre es Roberto Manquepi, Longko de la Comunidad de Butalelbun de Alto Bío Bío y les escribo desde la cárcel de Los Ángeles, donde estoy preso y condenado por defender los derechos de mi comunidad, sus tierras ancestrales y su cultura. Cuando fui elegido Longko en el año 2000, iniciamos la recuperación de Cochico, tierras que pertenecen a la comunidad de acuerdo al titulo de merced, pero que actualmente figuran a nombre de un winka que vive en Santiago. Antes de hacerlo, mandamos carta a los peñis de Trapa Trapa (Comunidad vecina), a los colonos y solicitamos la presencia y el resguardo de carabineros. Pero cuando avanzábamos por la invernada, fuimos atacados por los propios peñis de Trapa Trapa y colonos, que después me acusaron falsamente de destruir la casa del administrador del fundo, por lo que me condenaron como autor del delito de robo con fuerza. A mis hermanos y hermanas les quiero decir que esta acusación es una mentira y la verdadera causa de mi encarcelamiento es haber cumplido mi deber como Longko de intentar recuperar lo que le pertenece a mi comunidad y que nos ha sido injustamente arrebatado.
Quiero que sepan que aunque estoy preso y lejos de mi comunidad y de mi gente, nunca me olvido de los problemas que tenemos y que sigo con la misma fuerza para seguir luchando y la voluntad para seguir guiando a mi pueblo.
Quiero decirle especialmente a los peñis mas jóvenes que tomen esta lucha con cariño y no se hagan a un lado de los problemas que están sucediendo en sus comunidades. Si están estudiando, tienen más fuerte la obligación de meterse en lo que pasa en su comunidad para ayudarla y resolver los problemas pero hacerlo bien, sin cometer errores que los lleven a la cárcel. Haciendo bien su trabajo pueden oponerse a lo que hace el gobierno y evitar terminar presos por falsas acusaciones.
Queridos hermanos y hermanas, mientras más unidas estén las comunidades mas fuertes seremos. Esa es la idea que nos debe guiar, porque unidos podremos luchar mejor por la causa de la reivindicación de nuestros derechos ancestrales, sin dejarnos engañar ni dividir.
En la cárcel he tenido el apoyo de mucha gente, de mi propia sangre y también gente winka, que me llevan a pensar que en Chile no estoy solo y nuestro pueblo no esta solo en la lucha, lo que es un reconocimiento de que la lucha de nuestro pueblo es justa.
Si hoy estamos sufriendo las injusticias de los poderosos, tenemos que tener la fuerza para seguir adelante y la encontraremos pensando que son los jóvenes y los niños de hoy los que van a gozar los frutos de nuestro sacrificio y del sufrimiento de nuestros padres y abuelos. Los hijos de nuestros hijos son los que van a gozar los frutos, que puedan tener la libertad de vivir en sus comunidades sintiéndose libres y que aprecien lo que les dejamos o intentamos dejarles. A los mayores les pido que aconsejen a sus hijos para que aprovechen las oportunidades de estudiar, porque mientras más estudio tiene la persona mejor puede ayudar a su comunidad y mejor contrapeso puede hacer frente al abuso y los engaños. No todo lo que hace el gobierno es bueno, pero tampoco es todo malo, lo bueno es la posibilidad de estudiar y con eso mantener la cultura. De lo malo, es que nunca nos han reconocido como Pueblo sino como etnia como si no hubiéramos sido los habitantes de esta tierra desde tiempos inmemoriales.
Quiero aprovechar de agradecer y reconocer el trabajo que hacen la Asociación Quilapan, Miliwitranmapu, las Universidades Arcis y de Concepción por el pueblo Mapuche, especialmente a los dirigentes de mi comunidad, Municipalidad Alto Bio Bio, Empresa de Buses Huenteao, Werken Carmen Paine.
Finalmente, recordarles que aunque hoy este preso, mi mente y mi espíritu nunca los podrán encarcelar y ellos serán libres para seguir luchando por lo más preciosos que tenemos, que es nuestro pueblo.
Marichiwew!
Roberto Manquepi V.
10.182.181-1
Fuente: Revista “Meli Wixan Mapu” ( http://meli.mapuches.org/spip.php?article1550 ).