Hola, amigos:
Les escribo para contarles un lamentable hecho ocurrido en el Colegio de Cultura y Difusión Artística de La Unión. El martes 8, a las 2 de la tarde, a mi hijo de tan sólo 10 añitos lo empujaron, golpeándose la cabeza y quedando con tremendo chichón y rasguños en su cara. La profesora, Rosa Peña, encargada de accidentes escolares, no atinó a nada más que ponerle un trozo de hielo en su frente. A mí jamás me llamaron, y me enteré del accidente recién a las 17:15, cuando salió de clases.
Me devolví un tanto molesta a pedir el documento para llevarlo al hospital, donde lo dejaron hospitalizado por encontrarse con un TEC cerrado.
¡Cómo es posible que un profesor determine la gravedad de un accidente escolar y que nadie se entere de este hecho! El viernes fui al establecimiento para dejar constancia con los documentos -donde se indica que estuvo hospitalizado hasta el dia jueves y se le dio de alta a las 5 de la tarde con el consentimiento del neurólogo- pero nadie me pudo atender porque al parecer había un acto, y no se encontraba ningún administrativo en ese minuto, razón por la que tendré que asistir el día lunes.
¿Qué pasa cuando los profesores se sienten mal? Inmediatamente piden licencia médica. Hoy en día los profesores sólo cumplen con el horario escolar y luego a fin de mes cobran su sueldo. En mis tiempos de estudiante, en los patios del colegio quedaba un inspector de turno. Ahora eso no se usa. ¿Quién vela entonces por la seguridad de nuestros hijos al interior de los establecimientos escolares? Espero que esto no se vuelva a repetir en ningún colegio de nuestra comuna, ya sea municipal o particular. ¿Dónde quedan los derechos de los niños de que tanto se habla? Mi hijo, miembro activo del conjunto de cueca Peullamapu no podrá asistir a sus compromisos por estar con reposo absoluto producto del accidente escolar.
Bueno, esperando que mi carta tenga una buena acogida se despide:
EMILIA RAULD DERCOLTO Y BENJAMIN BRIZUELA RAULD
Foto: El Ciudadano.cl