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12 de octubre, momento de mirarse al espejo y descubrir al indígena que llevamos en nosotr@s

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octubre 016El 12 de octubre, se quedó grabado a fuego como «Descubrimiento de América», así las efemérides escolares recuerdan año a año, un momento de la historia que hemos ido sabiendo, no fue precisamente un descubrimiento.

La mal denominada fecha, arrasa con la noción de preexistencia de los pueblos originarios de América, es como intencionalmente se hubiera asignado la palabra «descubrir», basada, una vez mas en la visión de los vencedores, de este episodio que durante años los currículum escolares han reforzado, rindiendo culto a los conquistadores. De la otra verdad nos hemos enterado voluntariamente y en forma autodidacta solo l@s que tienen un interés especial, para much@s la visión sesgada del colegio sigue siendo ley.

La otra verdad podemos conocerla a través de la obra de Eduardo Galeano, «Las venas abiertas de América Latina», un libro que sorprende por los relatos que contiene y por su vigencia , a pesar de los años transcurridos desde que se escribió. Allí Galeano comienza a correr el velo de lo no dicho en textos escolares:

«Tres años después del descubrimiento, Cristóbal Colón dirigió en persona la campaña militar contra los indígenas de la Dominicana. Un puñado de caballeros, doscientos infantes y unos cuantos perros especialmente adiestrados para el ataque diezmaron a los indios. Más de quinientos, enviados a España, fueron vendidos como esclavos en Sevilla y murieron miserablemente. Pero algunos teólogos protestaron y la esclavización de los indios fue formalmente prohibida al nacer el siglo XVI. En realidad, no fue prohibida sino bendita: antes de cada entrada militar, los capitanes de conquista debían leer a los indios, ante escribano público, un extenso y retórico Requerimiento que los exhortaba a convertirse a la santa fe católica: Si no lo hiciéreis, o en ello dilación maliciosamente pusiereis, certifícoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y de Su Majestad y tomaré vuestras mujeres y hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé, y dispondré de ellos como Su Majestad mandare, y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males y daños que pudiere»….

«Había, sí, oro y plata en grandes cantidades, acumulados en la meseta de México y en el altiplano andino. Hernán Cortés reveló para España, en 1519, la fabulosa magnitud del tesoro azteca de Moctezuma, y quince años después llegó a Sevilla el gigantesco rescate, un aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al inca Atahualpa antes de estrangularlo. Años antes, con el oro arrancado de las Antillas había pagado la Corona los servicios de los marinos que habían acompañado a Colón en su primer viaje. Finalmente, la población de las islas del Caribe dejó de pagar tributos, porque desapareció: los indígenas fueron completamente exterminados en los lavaderos de oro, en la terrible tarea de revolver las arenas auríferas con el cuerpo a medias sumergido en el agua, o roturando los campos hasta más allá de la extenuación, con la espalda doblada sobre los pesados instrumentos de labranza traídos desde España. Muchos indígenas de la Dominicana se anticipaban al destino impuesto por sus nuevos opresores blancos: mataban a sus hijos y se suicidaban en masa. El cronista oficial Fernández de Oviedo interpretaba así, a mediados del siglo XVI, el holocausto de los antillanos: Muchos dellos, por su pasatiempo, se mataron con ponzoña por no trabajar, y otros se ahorcaron por sus manos propias.»

La verdad que después de leer esto, quitaría el feriadito del calendario, ¿es que los genocidios hay que celebrarlos?..por algo el 11 de septiembre ya no es feriado.

Aún tenemos a los pueblos originarios de nuestra América Latina, en condiciones deplorables, un pueblo sufriente hace 500 años, pero que se levanta una y otra vez. Ser indígena en nuestra sociedad es ser pobre entre los pobres, discriminado y reprimido cuando se alza la voz para defender lo suyo….no tenemos que ir tan lejos para ver esa realidad.

En la zona de la araucanía hay asesinatos que quedan en la impunidad, hay ataques allanamientos y heridos diariamente , se tortura para inculpar y luego se juzga aún aplicando la ley antiterrorista, hechos graves que nos muestran las debilidades de la democracia que intentamos construir y que es tarea de todos reforzar, pero siendo capaces de vernos y no tapando el sol con un dedo.

Ya es momento de romper la maldición de Malinche!!  http://www.youtube.com/watch?v=qVDf3RDCnTo

Marisol Molina

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