* “No nos pueden dejar entrar a la fiesta cuando se acabe la música”
“Sería inaceptable repetir la experiencia de 2007, cuando la industria láctea demoró más de seis meses en transferir la bonanza del sector hacia sus proveedores. Es como llegar a la fiesta cuando la música está terminando”, aseguró el presidente de Fedeleche, Dieter Konow, al expresar su preocupación por la nula reacción que han tenido las procesadoras nacionales ante la notable recuperación que han experimentado los precios de los principales commodities lácteos que la propia industria utiliza como referencia para fijar los precios a nivel local.
Tras analizar la evolución del mercado internacional, el dirigente sostuvo que tanto los remates de la empresa neozelandesa Fonterra, como los informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, han confirmado en los últimos meses la tendencia al alza que se venía observando tímidamente desde finales del segundo trimestre de este año.
“Estas señales, agregó Konow, han sido interpretadas y asumidas de inmediato por actores relevantes del mercado lácteo mundial, como ha sido la neocelandesa Fonterra que – reconociendo este nuevo escenario favorable – ya ha aplicado dos aumentos de precios a sus proveedores en las últimas semanas, dejándolos en torno a los $180/litro, en circunstancias que en Chile apenas logramos sustentar el precio promedio nacional de nuestra leche en $145/litro”.
Para el presidente de Fedeleche, éste no es un dato menor, considerando que esta compañía es uno de los actores más relevantes en el comercio lácteo mundial.
“Contrariamente a lo que sucede en Nueva Zelandia, la subsidiaria de Fonterra en Chile y líder de nuestro mercado (Soprole) no se ha pronunciado frente a este nuevo escenario, mientras que otro actor relevante como es Nestlé, no mejora las condiciones de sus proveedores basándose en la caída del tipo de cambio. Sin embargo, lo que no dice es que el dólar se ha depreciado en la misma magnitud tanto en Chile como Nueva Zelandia (en torno al 23%) y que la magnitud del incremento de los precios de referencia internacional compensa con creces esta apreciación del peso frente al dólar”, aseguró el dirigente.
Dado este nuevo escenario, Dieter Konow instó a las procesadoras locales a “no estirar la cuerda más de la cuenta, ya que la situación extremadamente sensible en que quedaron los productores a raíz de la crisis está muy lejos de haber sido superada y eso se refleja claramente en la producción, a pesar de contar con una primavera climáticamente favorable en la zona sur”.
Entre enero y septiembre la recepción de leche en el país ha retrocedido cerca de 12% respecto de 2008 y todo indica que a pesar de que el último trimestre representa la época de mayor oferta, no será suficiente para evitar un cierre de temporada con una menor oferta cercana a los dos dígitos, debido al daño estructural que sufrió el sector productor con liquidación de vientres, salida de proveedores del negocio y menor inversión en fertilización.
“Hemos puesto razonablemente estos antecedentes en conocimiento de los principales actores del mercado, a fin de que adapten sus ofertas de compra de leche a la brevedad.
Las perspectivas se ven favorables, pero no pueden pretender una reacción en la oferta de leche sin señales concretas, oportunas y acordes a esta nueva realidad que exhibe el mercado. No quisiéramos pensar que esta demora en la transmisión del impacto de los mejores precios sólo se debe al interés de abastecerse de materia prima barata en medio del peak de producción, para luego quedarse con un mayor margen y mejorar los balances a costa de sus proveedores. Quiere decir que no hemos aprendido nada de nuestra historia como sector”, concluyó el dirigente.
Federación Nacional de Productores de Leche