Anahí, Rodrigo, Franco y Jazmín, son los nombres de algunos de los niños que hoy dieron el primer paso en su vida escolar. Ante la atenta mirada de sus orgullosos padres, los veinte pequeños se convirtieron en la primera generación egresada del jardín Semillitas de la población Irene Daiber.
Risas, ternura y emoción fueron los ingredientes principales que animaron esta emotiva fiesta, que se celebró en el salón principal de la Iglesia Mormona. El jardín, que funciona desde septiembre del año pasado, tiene niños de 3 meses a 4 años que son cuidados por once tías que hoy no ocultaron sus lágrimas en la despedida de sus pupilos.
“No los olvidaremos jamás y su recuerdo quedará en nuestros corazones”, dijo a todo el público asistente, la emocionada directora Paulina Arismendi. Como los protagonistas de la fiesta eran los niños, el desorden y las risas fueron la tónica de la ceremonia que marca el inicio de la vida escolar de estos pequeños traviesos.
Nicolás Rilling Leal
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