*Esto luego que el pasado 18 de febrero, el ministro de fuero (s) de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Héctor Solís, les diera a conocer la identificación de los restos encontrados en 1978 en una fosa clandestina de ese sector de la comuna de Isla de Maipo.
SANTIAGO, marzo 26.- La Agrupación de Familiares de Víctimas de Lonquén y la Corporación Lonquén recibieron este viernes las osamentas de 13 de los 15 ejecutados por agentes del Gobierno Militar en 1973, en esa localidad rural al Poniente de la capital.
Esto luego que el pasado 18 de febrero, el ministro de fuero (s) de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Héctor Solís, les diera a conocer la identificación de los restos encontrados en 1978 en una fosa clandestina de ese sector de la comuna de Isla de Maipo.
Ayer viernes fue el retiro de las osamentas desde el Servicio Médico Legal, y -luego de una breve liturgia en la Recoleta Franciscana-, una caravana fúnebre partió hasta Isla de Maipo, donde continuaron los homenajes.
El velatorio público será hoy sábado en el Patio Cívico de la Municipalidad de Isla de Maipo, lugar en que se encuentra el monumento histórico del calabozo de lo que fuera la Tenencia de Carabineros en 1973, último lugar en que las quince victimas fueran vistas con vida.
En forma paralela al homenaje de las diferentes delegaciones, se llevará a cabo en las afueras del recinto un gran evento cultural que contará con la presencia de destacados artistas nacionales.
Por último el domingo, en un mausoleo especialmente inaugurado en octubre de 2008 para estos efectos, se procederá a la sepultación solemne de las víctimas.
El grupo fue detenido por Carabineros el 7 de octubre de 1973 y tras su ejecución lanzaron sus cuerpos a hornos de cal en Lonquén, donde fueron encontrados cinco años después. Posteriormente los enterraron en el Cementerio Parroquial de Isla de Maipo, donde fueron exhumados el 2006. De ahí el Servicio Médico Legal envió muestras a un laboratorio estadounidense para realizar la identificación.
Fuente: www.Terra.cl/UPI
Revelación a 35 años de los crímenes en Lonquén: Muertos a golpes
*Hasta ahora se creía que los primeros detenidos desaparecidos encontrados habían sido acribillados a balazos por carabineros de la tenencia Isla de Maipo, antes de ser lanzados a los hornos de Lonquén. Pero expertos internacionales confirmaron a los familiares que la causa de muerte –según las huellas de los restos de los 15 campesinos– se debió a lesiones traumáticas contundentes.
Luis Villanova
La Nación – 28 de septiembre de 2008
No ha habido en Isla de Maipo un suceso tan horrendo como el asesinato de los 15 campesinos a manos de carabineros de la tenencia que existía en la comuna en 1973. Hoy el dolor que ha permanecido en las familias de las víctimas por casi 35 años se hace más intenso tras conocerse otro gran detalle de la historia: no fueron asesinados con disparos, sino que simplemente los mataron a golpes, para lanzarlos luego a los hornos de cal en Lonquén.
Sólo 517 restos óseos de las 15 víctimas se salvaron de desaparecer para siempre y fueron identificados tras los análisis antropológicos y odontológicos de un grupo de peritos internacionales convocados por el Gobierno.
Fue el perito español Francisco Echeverría quien hizo el seguimiento detallado de toda la pericia a estos restos, como parte de un programa del Ejecutivo para reparar los errores de identificación de las osamentas halladas a inicios de los años noventa en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago. Echeverría se reunió con los familiares de las 15 víctimas y, entre lágrimas, les contó el descubrimiento que hizo aún más dramático el episodio de Lonquén.
«Con toda seguridad puedo afirmar hoy que los restos que hemos separado y periciado corresponden al de las 15 víctimas que fueron halladas en 1978, y se estableció que la causa del fallecimiento corresponde a una muerte violenta homicida. No hay lesiones por impacto de bala, son lesiones traumáticas contundentes. La muerte fue causada por golpes».
Según el experto, el antiguo informe del Servicio Médico Legal no estableció este antecedente fundamental.
Hasta ahora los familiares estaban convencidos de que sus seres queridos, si bien habían sufrido golpizas en la tenencia de Isla de Maipo, finalmente fueron acribillados antes de ser lanzados a los hornos de cal de Lonquén.
En estos hornos de cal fueron encontrados los cuerpos de Sergio Maureira Lillo y sus cuatro hijos, Rodolfo Antonio, Sergio Miguel, Segundo Armando y José Manuel; Óscar Hernández Flores y sus hermanos Carlo y Nelson; Enrique Astudillo Álvarez y sus dos hijos, Omar y Ramón; y los jóvenes Miguel Brant, Iván Ordóñez, José Herrera y Manuel Navarro, de entre 17 y 51 años.
El hallazgo se hizo por la confesión de un campesino a un sacerdote.
Los hornos eran dos viejas chimeneas de nueve metros de altura ocupadas en su tiempo para la preparación de cal y que estaban al interior de la cooperativa agrícola El Triunfador, a unos 14 kilómetros de la ciudad de Talagante.
La versión oficial para justificar el crimen de Lonquén fue que una vez detenidos en la tenencia de Isla de Maipo, uno de los campesinos confesó que en unos hornos de la mina abandonada de Lonquén había armas escondidas. Sólo eso bastó para que trasladaran a los apresados, que según la misma explicación atacaron a los policías, resultando todos muertos en un enfrentamiento armado. Curiosamente, ningún carabinero resultó herido.
A principios del mes de abril de 1979, el ministro en visita Adolfo Bañados se declaró incompetente y el proceso por este caso pasó a la justicia militar. El 2 de julio, el fiscal militar dictó encargatoria de reo en contra del capitán Lautaro Castro Mendoza y los carabineros Juan Villegas Navarro, Félix Sagredo Aravena, David Coliqueo Fuentealba, José Belmar Sepúlveda, Jacinto Torres González, Manuel Muñoz Rencoret y Justo Romo Peralta, como autores de la muerte de las 15 víctimas de Lonquén. Sin embargo, el 16 de agosto se les aplicó la Ley de Amnistía, quedaron libres y se sobreseyó la causa. Esta resolución fue confirmada por la Corte Marcial el 22 de octubre de 1979. Las pericias a los restos óseos continúan adelante, por lo que la inauguración de un memorial el próximo 4 de octubre en el Cementerio Parroquial de Isla de Maipo para recordar a los 15 campesinos sólo será un acto simbólico.
Retiro de Televisores
El hallazgo de los cuerpos de los 15 campesinos a fines de 1978 fue una alerta para Pinochet, quien determinó con un mensaje encriptado y descifrado por cada regimiento la llamada Operación Retiro de Televisores, como la llamó internamente el propio Ejército. La orden fue clara: desenterrar los cuerpos de prisioneros asesinados y arrojarlos al mar. ¿El medio? Helicópteros del Comando de Aviación del Ejército y de la Fuerza Aérea de Chile, que colaboraron, por ejemplo, en el caso de los 26 cuerpos de Calama víctimas de la Caravana de la Muerte.
En diversos procesos existen declaraciones de suboficiales hoy retirados que reconocen haber tenido en sus manos el criptograma enviado desde la Comandancia en Jefe del Ejército ordenando reportar las fosas clandestinas para «limpiarlas».
El descubrimiento de las víctimas de Lonquén puso fin al ocultamiento de la verdad sobre los detenidos desaparecidos, lo que había sido una política permanente de la dictadura.
«Esto ha quedado grabado en nosotros. Los familiares no duermen pensando lo que sufrieron ellos a manos de sus verdugos. Para mí ha sido muy fuerte saber esto ahora último. Lo conversamos en la casa y ha sido más doloroso todavía. Nos reabre las heridas y añade un sufrimiento más a lo que ya cargamos por 35 años. Al menos ahora podremos darles una sepultura digna, pero esto va a quedar grabado en nosotros para toda la vida.», dijo a LND entre lágrimas Corina Maureira.
Para el concejal de Isla de Maipo Emilio Astudillo, lo revelado «nos sorprendió amargamente tras saber cómo personas que vestían uniforme de Carabineros pudieron ensañarse de tal forma con nuestros familiares y matarlos brutalmente a golpes. Eso estremece más. Duele más el alma y el corazón el saber cómo fueron asesinados realmente».
El concejal Astudillo tenía 16 años el año 73. Le tocó asumir la responsabilidad de convertirse en jefe de hogar y cuidar a su madre y hermanos menores al quedar sin su padre y sus otros hermanos mayores, Ramón y Omar. Además, debió soportar la carga de buscarlos durante cinco años en campos de concentración con la esperanza de encontrarlos vivos. «Sólo quien lo vive puede darse cuenta del daño sicológico que provoca en una persona y su familia. Sólo con el hallazgo de las víctimas en los hornos de Lonquén, el año ’78, tuvimos algo de paz y conformidad, porque supimos que eran ellos».
«No debemos olvidar que las víctimas de Lonquén fueron el primer hallazgo de detenidos desaparecidos en el país, cuando la dictadura desconocía que existieran. Incluso en Naciones Unidas se desconocía la existencia legal de nuestros familiares. El ex embajador ante la ONU en esos años, Sergio Diez, dijo que nuestros compañeros no tenían existencia legal o se habían ido al extranjero por voluntad propia. Entonces, el hallazgo de Lonquén marcó un antes y un después respecto de los detenidos desaparecidos en Chile», sostiene Emilio Astudillo.
Nelson Caucoto, abogado querellante: “Pediremos una reparación del Estado”
Margarita Herreros fue la primera ministra a cargo del caso tras su reapertura al presentarse la querella del concejal de Isla de Maipo, Emilio Astudillo. Sin embargo, estuvo poco tiempo, ya que fue nombrada como integrante de la Corte Suprema.
De allí el caso ha pasado por las manos de varios ministros. Incluso, algunos ni siquiera alcanzaron a leer todo el expediente. Hoy el proceso está a cargo de la ministra Marta Hantke en la Corte de Apelaciones de San Miguel, y sin mayores diligencias a la espera de que concluya la etapa de identificación con los resultados de las muestras enviadas a Texas.
Para el abogado de las familias de las víctimas, Nelson Caucoto, “lo más importante de todo es que se logró revertir el sobreseimiento definitivo que hubo en la causa, lo que ha permitido avanzar en la etapa de identificación certera de los restos. Una vez que eso concluya y se entreguen a sus familiares, daremos un impulso al proceso penal y tomaremos las acciones correspondientes para citar a declarar a los implicados en los homicidios. En su momento pediremos, además, una reparación al Estado chileno”.
Lautaro Castro Mendoza, el teniente a cargo de la tenencia de Carabineros de Isla de Maipo en octubre del ’73, fue notificado hace tres semanas de una sentencia en primera instancia en otro proceso por el crimen de Juan de Dios Salinas y Guillermo Bustamante Sotelo, dos dirigentes sociales de Isla de Maipo detenidos en septiembre del ’73. Castro fue condenado a 20 años de presidio, 10 por cada víctima.
(Fuente: www.memoriando.com/images/noticias9/931c.jpg)
Tres días de actividades para un digno funeral
Viernes 26 de marzo
11:00: Entrega de osamentas.
12:15: Acto en Plazoleta frente al Cementerio (Av. La Paz con Profesor Zañartu)
13:00: Caravana hacia Isla de Maipo (1)
13:15: Bendición en Recoleta Franciscana.
13:50: Pasada por Museo de la Memoria (saludo de la comunidad).
14:15: Pasada por Santuario de Hogar de Cristo.
15:00: Pasada por Plaza de Padre Hurtado.
15:40: Bendición frente a Iglesia de Malloco.
16:15: Pasada por Iglesia y plaza de Talagante.
16:50: Pasada por Plaza de Lonquén.
17:00: Inicio del acto de espera en la Isla de Maipo (monumento Calabozos).
17:10: Ingreso a Isla de Maipo por calle Balmaceda, Ignacio Carrera Pinto, Armijo, Los Guerra, Avenida Talagante, Manuel Rodríguez, Cortez, Plaza de Isla de Maipo, Av. Santelices.
17:55: Llegada al monumento Calabozos (Patio Cívico de la Municipalidad).
18:00: Bajada de Urnas.
18:10: Acto ecuménico. Acompañamiento a familiares y momento de oración.
22:30: Misa en Patio Cívico.
23:30: Ceremonia Evangélica.
24:30: Videos.
Sábado 27 de marzo
Homenaje de los artistas
15:00: Homenaje de los artistas nacionales y locales a las víctimas y sus familiares
22:30: Velatón en Avenida Santelices y monumento Calabozos (Patio Cívico) .
Domingo 28 de marzo
Funeral Solemne
10:30: Ceremonia religiosa con los familiares en el monumento Calabozos.
11:00: Cortejo fúnebre (traslado a pie hasta el Cementerio).
12:10: Acto de despedida en el frontis del Cementerio Parroquial.
13:00: Momento de sepultación.
(1) Nota: Por la naturaleza de la actividad, los horarios de algunas etapas de la caravana podrían no coincidir con lo planificado.