“Si se quiere, se puede”

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Jéssica Pérez, es una emprendedora de Máfil quien se dedica a la producción de chocolates artesanales, aportando recursos para la economía familiar.

La venta de chocolates para Semana Santa, el día del papa, de la mamá o del niño y Navidad, son sólo algunas de las fechas clave, para Jéssica Pérez, una mujer emprendedora quien gracias a la fabricación de productos de chocolate aporta recursos a su familia, integrada por su marido y dos hijos.

“Yo estaba en cuarto medio cuando quedé embarazada, mi esposo también era compañero de curso, y entonces nuestros papás nos dieron al posibilidad de terminar los estudios y nos apoyaron, pero no era suficiente, entonces como en esa época yo había empezado a vender trufas, con una receta que yo misma habría creado, me puse a vender entre mis compañeros, después en los recreos, y ahí empezó todo”, cuenta Jéssica sobre el comienzo del emprendimiento que realiza en Máfil.

“Había visto como se derretía el chocolate, entonces empecé a averiguar sobre los moldes y comencé a comprarlos de a poco. De primera las ganancias no eran muchas, porque se me iban en la compra de materiales, pero hoy ya no es así y los ingresos son mucho mejores”.

La emprendedora fue apoyada por un Programa del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, que le permitió implementar de mejor forma su cocina. “Me siento muy contenta por eso y espero que a futuro puedan salir más oportunidades. Gracias al freezer con bandeja que compré, lo que antes hacía en un mes, ahora lo hago en dos semanas”, señala.

Además, los recursos del programa le permitieron adquirir un mueble para guardar sus materiales y una cocina a gas, “hice rendir mucho el dinero, ahora sólo me falta un lavaplatos para estar totalmente independizada de lo que es mi casa de mi negocio”, afirma.

Jéssica destaca la importancia del apoyo recibido de parte del Estado, “ya voy a cumplir ochos años con este trabajo, y si hubiese tenido estas herramientas antes, antes hubiese logrado lo que estoy logrando ahora, pero igual me ha servido para darme cuenta que cuando las cosas te llegan muy fácil, como que no le das mucha importancia. Las cosas hay que ganárselas con mucho esfuerzo, para tomarle el valor que tienen”.

Afirma que para el futuro espera tener montado su negocio en forma independiente a su casa, ya que, junto a su marido, se adjudicó un proyecto de ampliación de su vivienda, espacio que destinará a su fábrica de chocolates. “Espero que crecer más y poder dar trabajo a otras personas de la comuna, ya que en Máfil no hay mucho donde elegir y a veces hay que buscar afuera, como es el caso de mi esposo, y eso es un sacrificio y si se quiere, se puede”.

Franco Fercovic

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