La pálida cara de la balbuceante ministra Von Baer al comunicar la salida de otros tres ministros, fuera de la salida “voluntaria” del ministro de defensa luego, para variar, una nueva serie de metidas de pata y de declaraciones bochornosas, ponía la lápida final a la tesis del gobierno de los mejores, un gobierno de técnicos sin experiencia política, pero con una colección de posgrados bajo el brazo, sin experiencia en la administración del estado, pero con mucha experiencia en directorios de cadenas de supermercados.
Si algo ha caracterizado a este gobierno de los mejores es la falta de tino de sus jefes de servicio, la falta de prolijidad en los nombramientos, el hacer del desmentido parte estructural y corriente de su política comunicacional y el buscar en los gobiernos anteriores la responsabilidad de los problemas que surgen en su mandato.
Ahora, a fin de solucionar en parte estos problemas, sacan a dos senadores, los dos senadores que se mostraron más críticos y pensantes de la derecha los suman a las difíciles carteras de Trabajo y Defensa. Pero, ¿era necesario recurrir al senado para llenar estos cargos, o es que no había más gente que quisiera ponerle el pecho a las balas? ¿Será tan critico el senador Allamand con el gobierno, de quien dijo que se hacían zancadillas solos, ahora que logró que le dieran un ministerio?, ¿qué ocurrirá con el proyecto de ley de aborto terapéutico presentado por la senadora Matthei ahora que deja el Senado?
Casi cómico resulta lo del ministro Rainieri, quien con orgullo, y porque no decirlo, también con alivio, pocas horas antes de que lo “desalojaran”, decía que la jefa de los asesores del Presidente lo confirma en el cargo, cuando la cándida Ena hace público que ha caído la espada sobre su plateada testa, para asumir en su cargo el golden boy del gabinete, Laurence Golborne. No resulta sorpresa la caída de Rainieri, como tampoco que asuma Goblorne como biministro, pero asume en un escenario complejo, con una región alzada frente a una decisión tomada sin tener la menor sensibilidad política. Ahora deberá demostrar que su simpatía sirve para apaciguar las aguas y demostrar que tiene lo necesario si quiere aspirar a más.
Pero este cambio de gabinete, más que solucionar problemas, parece crearle otros: saca al ministro del Transporte y no lo reemplaza, dejando vacante la plaza, demostrando el apresuramiento del Presidente en este cambio de gabinete; vuelve a meter mano a cargos electos para llenar vacantes de gobierno, abriendo flancos en los partidos en las batallas de sucesión de sus respectivos cargos.
Esto último tiene especial relevancia en nuestra región: al dejar Allamand su curul en el senado, su partido debe reemplazarlo. Surge así la incógnita del nombre: ¿asumirá el diputado Delmastro, dejando, a su vez, el cargo de diputado al Alcalde Berger y asumiendo la alcandía de Valdivia el concejal Omar Sabat?, ¿o exhumarán a viejos cuadros como Sergio Onofre Jarpa, Sergio Diez o Miguel Otero para llenar la vacante?
Este cambio de gabinete es distinto a otros cambios de gabinete ya que refleja el fracaso de un modelo político propuesto por el Presidente en que se satanizaba a los políticos y se glorificaba a los gerentes de las casa comerciales y se debe meter mano, en este gobierno del cambio, a la clase dirigente de su sector que lo viene acompañando desde finales de la dictadura.
Dirigir un país, ser gobierno, es más que dar órdenes desde una silla gerencial y evaluar planillas de cálculo. Para desarrollar Estado se requiere claridad y compromiso con el bien común y la persona humana, lamentablemente esto es algo de lo que la Alianza parece carecer. Como coalición de gobierno se ven perdidos, inseguros y lo peor, ineficientes al momento de cumplir con las promesas por ellos mismos asumidas.
Esta «nueva forma de gobernar» cada vez parece menos nueva. Lo único que los Radicales podemos hacer frente a este gobierno indefinible (e indefendible), es aferrarnos a nuestra tradición parlamentaria y seguir trabajando por dignificar la política.
Marcos Saldías Yáñez
Presidente Regional de Los Ríos
Partido Radical Socialdemócrata