Sabedores del ataque vil y cobarde de que fuera objeto uno de nuestros voluntarios, mientras cumplía un acto de servicio dentro de los sectores comunitarios. Tenemos el parte respectivo a la vista, en que se sostiene que sin haber ninguna actitud que pudiese calificarse de atrevida de parte del voluntario hacia su agresor, éste, probablemente para sacarle brillo a sus prepotentes agallas las emprendió contra este joven bombero, quien debió llegar a un servicio de urgencia para constatar que sus lesiones no contenían otra gravedad. En el momento hay leyes, todavía frescas, que sancionan seriamente estos actos de matonaje injustificado hacia bomberos en servicio, entonces, señores encargados de hacer justicia ¡Adelante!.
De la misma manera, otro voluntario fue mordido por un perro, a este animalito por irracional lo disculpamos, pero al anterior, vaya todo nuestro formal repudio.
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Prensa Cuerpo bomberos de La Unión
