Como un ejemplo claro de todas las posibilidades que entrega el recinto de la Ruka Comunitaria Mapuche inaugurada este año en nuestra comuna, la alcaldesa Ramona Reyes junto a los concejales Gonzalo Galilea, Ruth Castillo y José Aravena, encabezaron en este lugar la certificación de doce vecinos que participaron de un curso de Mapudungun
En la ocasión, los alumnos recibieron de manos de las autoridades los diplomas que dan cuenta de los conocimientos adquiridos en el taller, iniciativa que se realiza a nivel local por segundo año consecutivo gracias al financiamiento del Gobierno Regional de Los Ríos durante 2010.
También tomaron parte de la actividad la coordinadora comunal de comunidades indígenas, Verónica Henríquez Antimanqui y el encargado de la Unidad de Cultura del municipio, Ricardo Núñez, quienes coincidieron en señalar la utilidad del curso y la activa participación que tuvieron en el las doce personas inscritas.
Al respecto, la alcaldesa Ramona Reyes, junto con saludar a los certificados, destacó que “en un principio la necesidad era contar con un espacio, ya lo tenemos; luego estuvo la inquietud por rescatar elementos tradicionales y de costumbres como el idioma y vino este curso. Por todas estas razones claro que estamos contentos en el municipio, más aún cuando en lo personal entiendo que el rescate cultural de nuestras raíces depende justamente del empeño que pongamos nosotros los mapuches de Paillaco”.
AHORA UN GUILLATUN
La autoridad añadió igualmente que “en este esfuerzo es que tenemos el desafío mayor para los próximos meses como es organizar un gran guillatún en febrero, en el que esperamos plasmar en los tres días de ceremonia, toda la espiritualidad de nuestra gente. Comenzaremos acá en la Ruka Mapuche, que ya es un lugar sagrado, para seguir los últimos dos días en el recinto de la comunidad Antiñir Ormero. Ese es el sueño y el proyecto que se nos ha encomendado por lo que lo asumimos con alegría”.
Por su parte, una de las beneficiarias de esta iniciativa, Celia Guzmán, también mostró su alegría por lo aprendido sosteniendo que “para muchos es un orgullo reconocer este tipo de hitos culturales. Tenemos idioma, tenemos tradiciones y en la medida que nos interesemos en ellos permanecerán por siempre”.
