En un verdadero problema se les ha convertido a algunos vecinos del sector Santa Mónica de nuestra ciudad, el acceso sin pavimentar que mantiene el pasaje Santa Bernardita de su población, el cual los conecta con un campamento de emergencia, así como a un sector no urbanizado de la comuna.
La dificultad comienza cuando -irónicamente- el pasaje concluye: una vez que en ese lugar termina la pavimentación urbana, se inicia un empinado camino compuesto de tierra y de incontables piedras, las cuales por el efecto de la gravedad y de las constantes lluvias de la temporada, sumado al paso de pesados camiones-aljibe municipales que se dirigen a entregar agua a los sectores más alejados de nuestra comuna, terminan convirtiendo al pequeño y estrecho pasaje, en un completo lodazal compuesto de barro y piedras.
La situación -argumentada con evidentes imágenes visuales- se ha ido volviendo cada vez más preocupante para los residentes de aquella calle, pues tal como lo asegura Jaime Vega, uno de los residentes, “el paso de estos camiones no sólo hacen que hacia el pasaje caiga una infinidad de tierra y piedras que se mezclan con el agua de las lluvias, sino que por el peso de los mismos camiones, el pavimento se ha comenzado a resquebrajar, destruyendo la calzada; si a eso le sumamos que a la salida del mismo -conectado con la avenida Francisco Aguirre- no existe alcantarilla, nos venimos a encontrar con una situación que nadie quisiera vivir”.
Por lo mismo y hace algún tiempo atrás la junta de vecinos, encabezada por la presidenta de la colectividad, Teresa Uribe, decidieron hacer llegar sus inquietudes hasta el municipio respectivo, donde se entrevistaron con la máxima autoridad comunal, para hacerle saber de su situación, entregándole una carta y los testimonios gráficos del infortunado escenario.
Si bien en primera instancia se logró una pequeña respuesta por parte del municipio local (como fue lograr que se barriera el sedimento que desembocaba en la avenida), claramente esto no se acercaba a lo que los pobladores pretendían: una solución en conjunto, para que todo pudiese llegar a buen término.
“Nosotros como junta de vecinos, estamos dispuestos a ayudar en lo que sea. Queremos que se pavimente, pero no pretendemos quedarnos de brazos cruzados, queremos ayudar y colaborar en esta problemática, ya sea haciendo la mezcla para el pavimento roto o pavimentando nosotros mismos”, comenta Jaime.
Sin embargo el problema va más allá, ya que por tratarse de colindar con un área rural, el pasaje Santa Bernardita debe “sufrir” el constante paso por su calzada, de animales de arreo, los cuales con su pasar, dejan tras de sí constantes desechos orgánicos.
Soluciones
Luego de un primer intento a todas luces infructuoso, los vecinos del lugar intentaron nuevamente volver a dialogar con la Alcaldesa Hilda Carvallo, quien tras reunirse escuetamente con ellos, señalan que fueron despedidos con un “no hay nada más que yo pueda hacer”; respuesta que obviamente los dejó en el más absoluto trance.
Por lo mismo es que decidieron hacer pública esta situación y presentarla ante la comunidad, ya que “estamos temerosos de que nuestros hijos se puedan accidentar en ese pavimento o en esas piedras, sin mencionar que debemos vivir en un lugar en el que la suciedad está presente gran parte del día”. De la misma forma aseguran que “no tenemos nada en contra de las personas que viven camino arriba, sólo queremos ser parte de la solución y ayudar a que esto se mejore, no queremos soluciones gratis”.
