Dos proyectos de acuerdo que emanan desde el Senado sin duda darán que hablar, uno tiene que ver con declarar a la jibia como pesquería y el segundo propone que las pesquerías más importantes del país sean capturadas por los pescadores artesanales.
Quienes promueven las iniciativas son los congresistas: José Antonio Gómez (PRSD), Jaime Quintana (PPD), Alejandro Navarro (MAS), Eugenio Tuma (PPD), Fulvio Rossi (PS) y Ximena Rincón (PDC).
Abundancia de la jibia
En el primer documento se señala que existe abundancia del recurso, “la Subsecretaría de Pesca informó que durante junio de 2011 se desembarcaron 22.500 toneladas de jibia, 5 veces lo capturado en el mes precedente y diez veces lo capturado que en junio 2010. El desembarque de jibia acumulado a junio de 2011 fue de 61.200 toneladas, cifra significativamente baja si se compara con las 149.900 toneladas del mismo periodo del 2010. Del total desembarcado, 30.600 toneladas (el 50,1%), fueron capturas realizadas en la V región; 15.200 toneladas (el 24,8%), fueron capturas realizadas en la VIII región”, se constata.
A ello se suma que desde 2003 la División de Desarrollo Pesquero de la Subsecretaría de Pesca por decreto estimó que la jibia debe ser un recurso hidrobiológico autorizado para la elaboración de harina de pescado, a fin de aprovechar la disponibilidad del recurso a esa fecha, lo cual se mantiene al día de hoy, “afectan los puestos de empleo que esta pesca genera en la pesca artesanal y limita o excluye su incorporación a los productos pesqueros de consumo humano nacional”, se estampa en la redacción.
Mercado
Igualmente, en el documento se especifica que dentro los mercados de destino de la jibia exportada desde Chile están: Corea del Sur, España, China, Filipinas, Tailandia, Taiwán, Brasil, Bolivia, Paraguay, Polinesia Francesa, Holanda, Venezuela, Singapur, Hong Kong y EEUU, lo al negocio le entrega una estabilidad importante, la que es creciente.
“Es un proyecto de acuerdo que merece ser respaldado, este cefalópodo tiene componentes nutritivos y saludables, y además como pudimos apreciar en Perú el año pasado, este recurso se adapta a múltiples formas de preparaciones como hamburguesas, apanados y croquetas, entre otras”, comentó el Biólogo Marino Claudio Barrientos, Jefe de Proyecto de FIPASUR (Federación Interregional de Pescadores Artesanales del Sur – Valdivia), quien agregó que, «hay que potenciar la captura de la jibia para el consumo humano directo, y no cometer el mismo error de la sardina que se captura para harina de pescado».
Pesquerías para los artesanales
Dada la cantidad de puestos de trabajo que generan los artesanales que en total se estiman son unos 81 mil pescadores en el país y que provocan una menor explotación que los industriales y un mayor valor unitario de las especies capturadas, es que los senadores plantean dejar en manos de la gente de la costa las principales pesquerías, y así hacer más sustentables los recursos.
Una de las justificaciones es que hay especies que al ser pequeñas y que por ende no son comercializables los industriales las devuelven al mar, mientras que los artesanales mantienen un equilibrio entre cuotas asignadas, desembarques y los procesos biológicos que permiten la sustentabilidad de la biomasa en el tiempo.
En el punto número 10 del informe hay un dato que habla por sí solo, donde se indica que de un total de 22 pesquerías nacionales, nueve están en situación de sobreexplotación, cuatro en condición de altamente explotados y solamente nueve en niveles considerados seguros para la conservación; datos entregados por el Ministerio de Economía y la Subsecretaria de Pesca, en septiembre de 2010.
Objetivo general del proyecto
Al final del proyecto de acuerdo y dirigiéndose ya al Presidente Sebastián Piñera se precisa que lo “ideal para el país es que la totalidad de la pesca sea entregada al sector artesanal, se legisle otorgando de manera progresiva al sector artesanal la máxima cuota global en todas las especies de valor comercial, pasando a ser los pescadores artesanales quienes realicen prioritariamente la extracción de los recursos pesqueros”, a lo que se añade, “lo anterior, con la obligación de vender en subasta pública de primera venta la totalidad de las capturas en un mercado transparente para asegurar a los restantes actores el acceso a la materia prima. El sector industrial, teniendo acceso a la pesca mediante subasta, podrá adquirir la materia prima necesaria para desarrollar su negocio industrial y comercial”.
Respecto a aquella primicia, Marco Ide Mayorga, presidente de FIPASUR, sostuvo que, “en otras naciones ese tipo de subasta, denominada como de primera venta, permite que una parte de los recursos obtenidos vayan a un fondo previsional de los pescadores artesanales, por lo que me parece muy bien. Eso sí hay que ver muy detenidamente la iniciativa, ya que los países que subastan tiene muy pocos recursos pesqueros como el caso de España y Japón, países que hemos visitado y que además son grandes consumidores de pescados y mariscos; esta combinación produce que se extraiga poco y se venda caro, no es el caso de Chile en donde aún tenemos grades cantidades de recursos y se privilegia la cantidad a extraer, lo que lleva por consecuencia que el precio sea bajo”.
En cuanto a la jibia Marco Ide acotó que, “es importante declararla pesquería y lo más trascendental es poder realizar investigación que sea respecto a mejorar este recursos que se encuentra en abundancia en nuestro país. No podemos vender materia prima solamente, debemos avanzar en desarrollar nuevos procesos e imitar lo que hacen nuestros hermanos peruanos a través del IPT (Instituto Pesquero del Perú) que ha desarrollado la tecnología para estabilizar este recurso, ya que tiene un alto porcentaje de agua”.
Por Diego Escalona