El Consejo Interregional de Emergencia Hídrica acordó estimular el aumento de las precipitaciones en las regiones más golpeadas por la sequía, planificando esta acción con una mirada de mediano y largo plazo, con el objetivo de maximizar sus probabilidades de éxito. El costo del programa podría alcanzar los $400 millones por región, anualmente.
El Consejo Interregional de Emergencia Hídrica liderado por el Ministro de Agricultura (s) Álvaro Cruzat continúa avanzando en el proceso de desarrollo del programa de siembra de nubes, con el objetivo de estimular las precipitaciones en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins afectadas fuertemente por la sequía.
En su segunda sesión los representantes de los sectores público y privado acordaron impulsar la implementación del programa durante tres años. Al respecto, el Ministro de Agricultura (s) explicó que “nuestra intención es que esta iniciativa considere una lógica de mediano y largo plazo. No podemos implementarla pensando en que será una acción puntual y aislada, esperamos que si después de tres temporadas su evaluación es positiva y demuestra ser efectiva, tal como lo ha sido en otras experiencias nacionales e internacionales, podríamos extenderla”, explicó.
La autoridad ministerial destacó que “la siembra de nubes se inserta dentro de la estrategia del Ministerio de Agricultura de avanzar en el programa de cuidado integral del agua, el cual ha dispuesto este año una cifra record con más de $53 mil millones para concursos de fomento al riego, tecnificación, conducción, manejo de acuíferos, control e información del caudal, entre otros temas. Además, estamos impulsando la campaña Yo Cuido el Agua, con la cual hacemos un llamado a la población a hacer un uso responsable del recurso hídrico, con especial énfasis en el sector productivo agrícola, que ocupa el 84% del total del agua nacional”, explicó Cruzat.
Respecto a los acuerdos adoptados en la reunión, el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego y a su vez Coordinador de la mesa interregional, Felipe Martin, señaló que se fijaron los procedimientos y los compromisos concretos que cada uno debe asumir, especialmente en lo que respecta a los aportes del sector privado. “Cada una de la regiones debe liderar las coordinaciones de las empresas mineras, sanitarias y agrícolas para lograr que el sembrado se inicie en mayo”, dijo Martin.
Se estima que, de acuerdo al estudio realizado por la Comisión Nacional de Riego, el programa aplicado en sus dos modalidades, siembra aérea y terrestre, alcanzaría una inversión de hasta $400 millones anuales por región, los cuales serían cofinanciados por los sectores público y privados.
En tanto que el Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, comentó que “un acuerdo muy significativo es que la responsabilidad recae en cada región, nada mejor que sean los propios interesados los que aterricen el programa a lo particular. A nosotros como SNA nos corresponde apoyar a algunas organizaciones de regantes y a eso nos abocaremos esta semana”.
La próxima reunión se realizará el 23 de febrero, fecha en que será decisivo contar con el compromiso formal del aporte de los privados para financiar el programa.
