45 jugadores de entre seis y 59 años se reunieron en la plaza de la capital regional para disputar la cuarta versión del deporte ciencia organizado por SENDA Previene y el Club de Ajedrez de Valdivia.
Gran interés en la ciudadanía concitó la cuarta versión del “Torneo de Ajedrez preventivo” el cual se enmarcó en las actividades de la campaña de verano año 2012, “DECIDE TU VERANO, sin drogas ni alcohol” impulsada por el Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA).
El torneo fue organizado por la oficina comunal SENDA Previene Valdivia en conjunto con el Club de Ajedrez Valdivia, con la finalidad de mostrar a la comunidad valdiviana que el tiempo libre -disponible en la temporada estival- se puede utilizar en forma positiva, en un espacio de entretención y recreación, así lo dio a conocer la coordinadora comunal de SENDA Previene Claudia Frías “queremos difundir la práctica del ajedrez como una actividad que refuerza el buen uso del tiempo libre, lo que disminuye las posibilidades de conductas de consumo de drogas entre nuestros jóvenes”.
La actividad logro reunir a 45 jugadores, desde los seis y 59 años de edad, además de los veraneantes y valdivianos que a esa hora circulaban por el centro de la ciudad, los que apoyaron y alentaron a los jugadores.
El ganador del IV Torneo de Ajedrez fue Gerardo Lazzeli de 48 años de edad, en la Categoría Todo Competidor, el segundo lugar lo obtuvo Daniel Flores y el tercer lugar lo ocupó Oscar Borgeaud. En la Categoría “Mejor Dama” la ganadora fue Carolina Carrillo, “Mejor Señor” Patricio Fontecilla, “Mejor Sub 18” fue para Jorge Lara, “Mejor Sub 16” para Pablo Flores, “Mejor Sub 14” Daniel Flores, “Mejor Sub 12” lo obtuvo Hugo Chávez, “Mejor Sub 10” ganó Leonardo Almonacid y “Mejor Sub 8” fue para Ignacio Álvarez.
Pablo Flores de 15 años, ganador de la categoría Sub 16, señaló que “me gustó esta actividad, ya que así pude disfrutar del ajedrez y los otros jóvenes pueden entretenerse en el tiempo libre, en vez de tomar drogas”.
Escrito por María Teresa Rivera Soto