170 jóvenes se reunieron durante tres días en Punta de Tralca con el objetivo de suscitar su discipulado misionero con el fin de ir al encuentro de otros jóvenes y animar los procesos de la Misión en sus diócesis y movimientos.
Con una eucaristía y un templo lleno de jóvenes de todo el país, la Diócesis de Valdivia participó el viernes 20 de abril en la culminación de la 103ª Asamblea Plenaria de Obispos en Punta de Tralca. La misa además marcó el comienzo de la Misión Joven, un período de escucha y acompañamiento a los adolescentes y jóvenes de Chile que ha convocado la Iglesia para este año y parte del próximo.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Ezzati. En su homilía señalo que la «“la Misión Joven debiera despertar en ustedes y en muchísimos de sus compañeros de las diferentes diócesis esta misma experiencia, este encantarse con Jesús con quien se han encontrado. Con Jesús que alimenta la energía de su vida cristiana, con Jesús que les perdona sus fragilidades y sobre todo, con Jesús que vuelve a confiar en cada uno de ustedes para que sean apóstoles suyos, junto a los demás jóvenes”
Al entregar el signo de la Cruz que peregrinará por cada Parroquia, Monseñor Ezzati se refirió a los jóvenes: “Queridos hermanos Obispos y queridos jóvenes, les confiamos el signo de esta Misión Joven ¡la cruz de Cristo! Llévenla por nuestros pueblos y ciudades, por los campos, desiertos, por los valles y la costa, compartan, por desborde de gozo, este signo del amor de nuestro Señor Jesucristo, por cada uno de nosotros y por la humanidad entera. Anuncien especialmente a los jóvenes que sólo en Cristo muerto y resucitado está la salvación, la redención y la Vida abundante que hoy necesitamos”.
Felipe Hernández