Docentes valoran que se intensifique aprendizaje sobre productos del bosque nativo en la comunidad escolar, pues los niños transmiten conocimientos nuevos a sus familias.
Paillaco, Región de Los Ríos, está dando el ejemplo, pues pese a las dificultades propias de la vida rural, se esfuerza por fortalecer los vínculos de la comunidad con el bosque nativo. En este sentido se destacan las acciones que está impulsando la Escuela Proyecto de Futuro, que recientemente instaló una nueva combustión en su laboratorio de ciencias, con el objetivo de ampliar el conocimiento y el uso responsable de productos forestales.
Su director, Guido Filún, explica al respecto que acciones educativas desarrolladas en conjunto con otras instituciones, como la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, constituyen una vía para “enriquecer el acervo cultural y ampliar el horizonte de nuestros niños”. Enfatiza que los aprendizajes en aula “permiten multiplicar el conocimiento, pues los escolares los trasmiten a sus familias y amigos. Esto es positivo porque si bien como sociedad estamos cada vez más conscientes de la importancia de la conservación del medio ambiente existen valores que no son del todo conocidos, como los servicios que brindan los bosques nativos”.
Explica que en la comuna “hay una gran cantidad de familias de escasos recursos, cuya vulnerabilidad y desempleo son factores de preocupación. Muchas madres trabajan como temporeras, por ejemplo, lo que no asegura ingresos permanentes en los hogares”. Por ello, remarca que ante tal escenario la educación de herramientas para la vida cotidiana, como el uso de leña de buena calidad, es un aporte para sus vidas”.
El profesor encargado del taller, Cristián Navarrete, también valora que se esté intensificando la educación ambiental en colegios que si bien están rodeados de naturaleza, muchas veces desconocen su potencial. “Los niños necesitan conocer los bosques nativos de su comuna y acercarse a las ventajas de un consumo de leña responsable”, dice, colocando el acento en que la comprensión del entorno es fundamental para que se generen cambios en el mediano y largo plazo. “Los cursos que participan de esta experiencia están motivados. Les gusta visitar el bosque, participar en el laboratorio e indagar más sobre las especies nativas”, añade.
Combustión
En el marco del proyecto Consumir Leña: el desafío de conservar el bosque y contaminar menos -financiado por el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente y ejecutado por la ONG FBN- recientemente se entregó una combustión lenta de doble cámara para el laboratorio de ciencias, que usada con leña baja en humedad y de buen origen contribuirá a la calefacción y el aprendizaje de alumnos de 5º y 6º básico lo que resta del invierno.
“En la ocasión también se reconoció a la escuela, que tiene más de nueve décadas de servicio en la zona, por su compromiso e interés con las actividades impulsadas durante este año. Se nota que promover entre los alumnos el respecto por un uso de leña adecuado y por el manejo de los bosques nativos es un desafío que ha incorporado en su quehacer”, dice al respecto la coordinadora de la iniciativa, Ingeniera Forestal Brenda Román. En tanto en el frontis de la escuela alumnos y profesores plantaron especies nativas como ulmo, roble y raulí, como símbolo de una nueva etapa en “aguas tranquilas”, como señala el nombre de la zona en mapudungun.