El taller “Informática Pavimentando Caminos” benefició a 15 jóvenes del sector Las Ánimas de Valdivia.
El Instituto Nacional de la Juventud e INACAP certificaron a 15 jóvenes del sector Las Ánimas que cursaron el taller “Informática Pavimentando Caminos” (INFOPAC), iniciativa financiada a través del programa de Asociatividad del INJUV.
La segunda versión del curso, que en 2011 favoreció a jóvenes del Sename, se desarrolló por un período de tres meses y tuvo por objetivo entregar herramientas en el área de la informática, a fin de facilitar el ingreso al mundo laboral o, bien, impulsar la generación de emprendimientos.
Al respecto, la directora regional del INJUV, Mónica Jara, valoró la alianza establecida con la casa de estudios, destacando que “los alumnos se encuentran preparados para ingresar al mundo laboral, con conocimientos en el ámbito de la informática y avalados por la certificación de una institución seria y reconocida. Este es el resultado de un trabajo intersectorial que como Instituto impulsamos y que, además, contó con el apoyo de la Seremi de Educación”.
En tanto, el director de Comunicación y Asuntos Estudiantiles de INACAP Valdivia, Álvaro Frías, agregó que “instancias como INFOPAC sirven para darnos cuenta que el interés en los jóvenes está, sólo hay que saber direccionarlo de la manera correcta. Es de esperar que podamos seguir trabajando a futuro en conjunto con INJUV y la Seremi de Educación en otros ámbitos que vayan en beneficio de la comunidad local”.
En la ceremonia de certificación, que contó con la presencia de familiares y amigos de los jóvenes, la beneficiaria Jeannette Tapia señaló que “todos llegamos a esta instancia voluntariamente, por nuestro interés en el área de la computación, además del deseo de lograr un mayor desarrollo profesional. Agradecemos la oportunidad de capacitarnos que nos brindó INACAP y el INJUV”.
El curso fue dictado en los laboratorios computacionales de INACAP por el ex alumno de Ingeniería en Informática y actual docente de INACAP Valdivia, Omar González, y los estudiantes Elsa Oliva y Neftalí Neira.
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María Alejandra Pino