Desde mañana en el Parque Saval
La milenaria técnica para el mejoramiento orgánico de cultivos, conocida como Bocashi Marino, fue invitada a exponer en la ExpoMundo rural de Valdivia que desde mañana y hasta el domingo se dará cita en el Parque Saval de esta ciudad
La técnica, de origen japonés, fue introducida sólo hace unos años en Chile, y es desarrollada por Estudios Patagonia, una agencia de cooperación y asistencia técnica que dirige el ingeniero agrícola Fidel Toledo, quienes se especializan en el emprendimiento agrícola y ganadero con asiento en la Región de Los Ríos.
El Bocashi, que en su idioma original significa “materia orgánica fermentada” -o más propiamente en nuestra jerga, “abono fermentado”-, es un biofertilizante elaborado y utilizado hace cientos de años por los nipones, y que es capaz de aportar a las plantas y cultivos condiciones óptimas a través del mejoramiento natural del suelo.
Aunque aún es poco conocido a nivel masivo, en Latinoamérica su incorporación en la última década ha ido en aumento. Y en Chile, ya existen productores a pequeña escala que lo fabrican, apostando a la relación de altísima calidad, su cualidad estrictamente orgánica y el bajo costo que implica.
Como gran parte de lo que proviene de la cultura oriental, su preparación, si bien es sencilla, también es lenta, a base de paciencia y meses de trabajo hasta obtener un resultado óptimo.
Tradicionalmente para la preparación del Bocashi, los agricultores japoneses usaban materia orgánica como semolina de arroz, torta de soya, harina de pescado y suelo de los bosques como inoculante de micro-organismos. Estos suelos contienen fauna microscópica benéfica que acelera la preparación del abono.
En nuestra región, en tanto, el Bocashi ha encontrado una forma de expresión en una modificación a la fórmula tradicional, y ha incorporado las riquezas de nuestro litoral en la forma de algas y plantas marinas.
Así, el bocashi desarrollado por Estudios Patagonia, de la cual Toledo es director ejecutivo, ha permitido entregar a las plantas un alto nivel de resistencia a las enfermedades (hongos), les ayuda al buen desarrollo de tallos y hojas y contribuye a la formación de flores y frutos.
Componentes
Por sus condiciones de elaboración, el Bocashi es una buena fuente de nitrógeno, potasio y fósforo, tres elementos imprescindibles en el buen crecimiento de los cultivos.
“El nitrógeno es importante para la síntesis de clorofila y da el color verde de las plantas; el fósforo mejora la calidad de frutas, flores, verduras y cereales y promueve el desarrollo radicular de las plantas; en tanto el potasio aumenta la resistencia de las plantas a las enfermedades y mejora la presentación de frutas y semillas”, señala.
Un bocashi de alta calidad puede tardar entre 5 y 7 meses, con dos etapas de producción muy marcadas.
La primera de ellas, la más lenta, es la generación del pre-compost o material de descomposición básica que desde el inicio incorpora, entre otros elementos, algas de la costa valdiviana recolectadas en la localidad de Curiñanco, donde se acopian gran parte del año.
Una segunda fase, mucho más rápida, que tarda entre 10 a 15 días, es aquella en que el compost previamente elaborado, se combina con el resto de los ingredientes que le darán a la mezcla sus cualidades excepcionales.
Este abono natural se puede usar en todo tipo de plantas y cultivos, desde almácigos, trasplantes, flores y cultivos anuales, plantas de interior, cultivos de hortalizas en espacios reducidos, prados y cultivos establecidos, arbustos ornamentales e incluso árboles frutales.




