Cuatro establecimientos educacionales de la comuna de Lanco recibieron la Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales en la Dirección Provincial de Educación de Valdivia, el Jardín Rural Ruka Kimun recibió certificación nivel medio y la Escuela Rural Puquiñe Bajo, Felipe Barthou y Escuela Alberto Cordova recibieron la Certificación de Excelencia.
Con la presencia del subsecretario del Medio Ambiente Marcelo Mena, Seremi de Medio Ambiente Carla Peña y autoridades, se realizó la ceremonia que certificó tres categorías, básica, intermedia y excelencia de colegios en la Región de los Ríos.
De los cuatro establecimientos premiados con excelencia, tres son de la comuna de Lanco. “Una sorpresa, es la primera vez que postulamos, pero siempre hemos hecho muchas cosas por el medio ambiente, reciclaje de cartones y papeles, plantación de al menos 100 árboles anuales con el grupo ecológico, entre otras cosas. El cuerpo ecológico de la escuela tiene al menos 30 años por lo que estamos muy contentos con la excelencia que se nos entrega hoy”. Indicó Miguel Brellenthin Massri director de la escuela Alberto Córdova, uno de los establecimientos premiados. Por su parte Marcos Rodríguez, Coordinador de Educación Ambiental del DAEM de Lanco señaló que “la certificación SNCAE con Excelencia obtenida por nuestros colegios municipales viene a confirmar y oficializar el trabajo realizado por el programa de educación ambiental que se realizó durante todo este año 2014 en los colegios Municipales de la comuna, sobre todo al recibir la más alta certificación, hecho que nos llena de orgullo, para terminar destacar que estos colegios incorporaron en su Programa educativo y gestión institucional el área ambiental fuertemente”.
La certificación de Excelencia tiene una duración de 4 años y entre sus ventajas, otorga a los establecimientos un reconocimiento público por la calidad de la educación ambiental entregada y por la adecuada gestión ambiental, además de facilitar la recepción de material de apoyo pedagógico sobre temas ecológicos. Pero los beneficios van mucho más allá, ya que el establecimiento se hace cargo del problema ambiental como un modo de vida y como una manera de mejorar la calidad de esta, junto con ayudar a ordenar esta actividad del colegio, uniendo a docentes, alumnos, apoderados y vecinos en torno a un proyecto común.