En el último tiempo se ha visto un incremento de la venta ilegal de medicamentos en nuestro país y con ello un aumento de automedicación. Esta es una conducta común en muchas personas que toman antibióticos, psicotrópicos, antiespasmódicos, antinflamatorios, laxantes y otros fármacos sin una indicación médica.
Al respecto, el Dr. Luis Herrada, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica Universidad de los Andes, explica que “es importante entender que, desde el punto de vista médico, la baja percepción del riesgo de las enfermedades en el contexto de la automedicación es muy peligrosa. En el fondo, la persona se está haciendo un autodiagnóstico de una enfermedad y decidiendo que es leve, sin una supervisión médica ni un examen físico”.
Otro aspecto grave, agrega, es que existen interacciones de ciertos medicamentos que pueden llegar a ser letales, sobre todo en pacientes adultos mayores, con enfermedades crónicas o que padecen afecciones cardíacas, en quienes, por ejemplo, al usar un antibiótico inadecuado, puede terminar causándoles una arritmia o incluso la muerte.
¿Cuáles son las creencias que llevan a automedicarse?
• Que los fármacos que se venden sin receta son inocuos
• Cuando se tiene síntomas parecidos a los que se ha tenido en otras oportunidades, se puede consumir el mismo medicamento y que, si olvida una dosis, se pueden tomar dos juntas
• Si un medicamento le sirvió a un familiar o un amigo, también le sirve a uno
Algunas consecuencias que pueden surgir con la automedicación:
1. Experimentar un efecto adverso al fármaco. Entre los graves están las arritmias, falla renal, úlceras digestivas, alteraciones neurológicas y hematológicas. Dentro de los leves, la intolerancia gástrica, seguido por manifestaciones alérgicas.
2. Experimentar una interacción con algún otro medicamento de uso previo. Este fenómeno puede provocar el aumento del efecto o hacer más frecuente la presentación de un efecto adverso grave.
3. En el caso de los antibióticos, su automedicación puede generar resistencia bacteriana que afecta no sólo al paciente, sino que es un riesgo para la población, ya que algunos gérmenes se hacen resistentes a los fármacos de uso habitual y requiere, posteriormente, terapias más costosas y complejas.
4. Crear dependencia al medicamento usado sin prescripción.
“El mensaje, desde el punto de la educación y prevención, es no automedicarse. La recomendación siempre va a ser acudir a la consulta médica o preguntar a un especialista, previo al consumo de un fármaco”, finaliza el Dr. Luis Herrada.