Una semana de intenso movimiento vivieron 30 niños y niñas de entre 6 a 10 años que participaron de la segunda versión de la “Ecoescuela de Verano” organizada por la Corporación Lago Ranco junto a Armonía Vital en el mes de febrero.
“La Escuela de Verano nació el año pasado como un espacio formativo y recreativo, para niños y niñas de la comuna. Principalmente ha buscado generar acceso a diversas entretenidas actividades donde la naturaleza, las artes, la música y el deporte tienen un rol muy importante. Sin duda, este año uno de los grandes hitos de la escuela y una de las actividades que más motivó a los pequeños fue la colaboración con Museo Taller, que permitió el desarrollo de un taller para construir un ave en madera. El Museo Taller es también un gran proyecto que busca visibilizar y dar a conocer los oficios vinculados a la madera, cosa que en Lago Ranco es totalmente pertinente” afirmó Catalina Matthei, Directora Ejecutiva Corporación Lago Ranco.
Para Lorena Garrido de Espacio Vital, gestora y monitora de la Ecoescuela de verano, los talleres buscaron fortalecer el reconocimiento y expresión de emociones a través de acciones enfocadas en los cuatro elementos: fuego, tierra, aire y agua. “Nos inspiramos en la naturaleza y sus 4 elementos, transitamos cada día por uno de ellos (fuego, tierra, aire y agua) realizando actividades de movimiento corporal a través del yoga, el baile y juegos; el arte por medio de la música, la pintura y creación de faroles; visitamos parques naturales para explorar la naturaleza de manera lúdica y respetuosa; disfrutamos de la playa y la retribuimos limpiando y aprendiendo de la importancia del reciclaje. Además, se generaron espacios donde pudieran hacer uso de la expresión de la palabra compartiendo sus experiencias con los elementos y los problemas que como niños y niñas los aquejan diariamente” sostuvo Lorena Garrido, encargada de la Ecoescuela de Verano.
Taller final
Gracias a un trabajo colaborativo junto a Museo Taller que busca poner a disposición de las personas una colección de herramientas antiguas de carpintería y de máquinas de impresión gráfica de Francisco Bittborn Baeza, que generen experiencias transformadoras asociadas a la creatividad, ingenio, la valoración del patrimonio y el fomento de los oficios.
En este contexto es que los niños y niñas pudieron participar de un taller pensado para ellos, donde pudieron construir lijando, atornillando y pintando un ave de madera. Esta actividad generó un momento de conversación sobre la importancia de la naturaleza y el patrimonio cultural entre los pequeños.