Desde que estalló la Guerra de Ucrania el mercado internacional del trigo se ha visto alterado. “La guerra produjo una gran incertidumbre generando miedo a una posible escasez y provocó que los molinos salieran a comprar a un precio caro. La molienda bajó y el resultado es un sobre stock de productos a muy alto costo que los molinos aún tienen en bodega”, señala Mónica Oettinger, presidenta de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Los Ríos (Saval FG).
Tomando en cuenta que más del 50% del trigo es importando, en el último tiempo se ha comprado muy poco trigo nacional y a un precio muy bajo. Esta situación va a generar un gran problema económico a los productores.
Desde Saval no pueden precisar cuántos productores regionales son los que se enfrentarán a estos problemas, aunque Los Ríos es la tercera región con mayor superficie sembrada (14.460 has) siendo las comunas de Río Bueno (2.727 has) y La Unión (2.368 has) las que tienen mayores cultivos. “La problemática aqueja tanto a los grandes, medianos, pequeños y agricultores de subsistencia”, asegura Oettinger.
“Estamos claros que con la producción de trigo chileno no podemos hablar de seguridad alimentaria, por lo que es fundamental no desincentivar a nuestros productores nacionales”, agrega.
En este contexto, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) ha propuesto la implementación de un “crédito cerealero” por parte del Banco Estado, la inyección de 20 mil millones de pesos a la Comercializadora de Trigo (Cotrisa) en la próxima temporada de cosecha, el desarrollo de un mecanismo que inhiba la importación durante la cosecha y la posibilidad de tomar seguros ante la baja de los precios.