El proyecto “Urban greenery for a healthy living environment” (“Vegetación urbana para un entorno de vida saludable”), dirigido por la Dra. Jenny del Linden del IVL de Suecia (Swedish Environmental Research Institute) e integrado por el académico del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UACh, Dr. Antonio Zumelzu, se adjudicó el fondo FORMAS, en la convocatoria “Designed living environment for health and well-being 2023”.
El equipo de investigadores está integrado además por las Dras. Erika Matta -del IVL- y Enza Lissandrello -de la Universidad de Aalborg de Dinamarca-, quienes se han propuesto como principal objetivo integrar experiencias de aplicaciones metodológicas para evaluar percepciones de bienestar en áreas urbanas.
Al respecto, el académico UACh indicó que en el proyecto “académicos y junto al apoyo de actores del sector público y privado desarrollaremos conjuntamente soluciones sobre cómo los árboles y la vegetación urbana a pequeña escala pueden combinarse para diseñar entornos de vida para la salud y el bienestar en áreas típicamente carentes de estructura verde, en casos de estudio en las ciudades de Götemburgo y Malmo en Suecia”.
“Identificaremos qué tipos de vegetación son adecuados en diferentes tipos de entornos, abordaremos conflictos y sinergias relevantes, y presentaremos un análisis holístico de la multifuncionalidad de cada solución. El proyecto tiene como objetivo también eliminar obstáculos que impiden la plena realización de la vegetación urbana multifuncional en una ciudad sostenible”, agregó el investigador, quien también lidera el Observatorio de Sostenibilidad y Estudios Urbanos del Sur Austral (OBSUR) UACh.
FORMAS es un fondo sueco de investigación gubernamental para el desarrollo sostenible que financia investigación e innovación en sostenibilidad, incluyendo áreas del medio ambiente, las ciencias agrícolas y la planificación urbana.
El proyecto tendrá una duración de cuatro años, entre mayo de 2024 y marzo de 2028, y se trabajará solo con casos de estudios suecos de las ciudades de Mälmo y Gotemburgo, respectivamente.
Utilizarán encuestas y entrevistas de percepción, y el conocimiento generado en el proyecto contribuirá a largo plazo a una cultura de diseño urbano más sólida para entornos exteriores que se centren en la salud y el bienestar de las personas.
Chile: más calidad que cantidad
Sobre lo que sucede en Chile, el Dr. Zumelzu tiene la siguiente hipótesis: “La calidad de los espacios verdes puede ser mucho más importante para el bienestar subjetivo que la cantidad, en el que el tipo de especie, la diversidad de vegetación y la funcionalidad que éstas tengan cumplen un rol fundamental. Esto especialmente en áreas urbanas densas, donde existe una fuerte competencia por el espacio limitado”.
A su juicio, esto podría representar una oportunidad valiosa, especialmente en tiempos de crisis climática, para establecer nuevas directrices sobre la gestión y el diseño de los espacios verdes urbanos en áreas densamente pobladas. “Estas directrices deberían enfocarse en promover la salud y el bienestar de las personas, y compensar la falta de acceso a infraestructuras verdes de mayor escala como los parques”, finalizó.