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“Guardianas del Agua” en La Unión: Romina Salazar y Elizabeth Vegas Impulsan la producción Agroecológica en Folleco

Esta serie de reportajes, tiene su base en el proyecto “Sembrando Futuro: Historias de Emprendimiento Sostenible”, financiado por el Gobierno de Chile y el Consejo Regional de Los Ríos, el que busca visibilizar las experiencias de mujeres emprendedoras en la agricultura sostenible de la provincia del Ranco, mediante la creación de ocho reportajes escritos. Estos reportajes no solo destacarán las vivencias y logros de estas mujeres, sino que también pondrán en valor el impacto de las políticas públicas de programas como INDAP, FOSIS, Prodesal y PDTI en sus trayectorias.

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El objetivo es promover prácticas agrícolas sostenibles, concienciar a la comunidad sobre la importancia de estas acciones y fortalecer el rol de las mujeres en la superación de brechas de género y socioambientales.

Capitulo 1: Las Guardianas del Agua en Chile y el mundo

En el contexto actual de crisis climática y escasez de recursos naturales, el concepto de “Guardianas del Agua” ha cobrado relevancia a nivel mundial como una iniciativa que destaca el rol fundamental de las mujeres en la preservación y gestión del agua. Este movimiento se basa en la idea de que las mujeres, particularmente en zonas rurales y comunidades indígenas, son las principales cuidadoras de este recurso vital, y su participación es crucial para la sostenibilidad de los ecosistemas y la seguridad hídrica de sus comunidades.

En Chile, este fenómeno ha adquirido fuerza a través de diversas iniciativas lideradas por mujeres que enfrentan la creciente escasez de agua debido a la sequía y la sobreexplotación de recursos naturales. Desde el norte hasta el sur del país, mujeres campesinas y líderes comunitarias se han convertido en defensoras del agua, promoviendo la gestión responsable, el acceso equitativo y la protección de fuentes hídricas esenciales para la agricultura y el consumo humano. Programas como el de Guardadoras del Agua en zonas rurales, y el impulso a la participación femenina en la gestión de comités de agua potable rural, son ejemplos claros de cómo se está reconociendo y fortaleciendo su rol.

A nivel global, el concepto de “Guardianas del Agua” se refleja en países donde las mujeres tienen un papel clave en la gestión diaria del agua, especialmente en regiones afectadas por la crisis climática. En África y América Latina, iniciativas lideradas por mujeres buscan soluciones locales a la escasez de agua, como la reforestación, la captación de agua de lluvia y el uso de tecnologías sostenibles. Además, organizaciones internacionales como ONU Mujeres y la FAO promueven el reconocimiento de estas mujeres como agentes de cambio en la lucha por la sostenibilidad hídrica y la justicia ambiental.

Romina Salazar y Elizabeth Vegas: hija y madre lideran emprendimiento ecológico en La Unión

En el sector rural de Folleco Alto, comuna de La Unión, un emprendimiento familiar está marcando la diferencia con su innovador modelo de producción agroecológica de hortalizas. Romina Salazar Vegas y su familia han apostado por la agricultura sustentable, destacándose por utilizar técnicas amigables con el medio ambiente, como la acumulación de aguas lluvia para abastecer sus cultivos.

Romina Salazar, de 31 años de edad, es ingeniera agrónoma con mención en sanidad y producción vegetal por la Universidad Austral de Chile. Desde que se tituló, ha trabajado en “Huerto de Folleco, una microempresa familiar que surgió hace unos 15 años gracias a la iniciativa de su madre. El proyecto comenzó con la producción de hortalizas agroecológicas bajo plástico, lo que con el tiempo se ha diversificado, incluyendo ahora la elaboración de productos procesados en una sala con resolución sanitaria. Este huerto ha sido el motor de la familia y sigue creciendo en base a la tradición y el esfuerzo.

Nos dedicamos principalmente al rubro de las hortalizas, a través de manejos agroecológicos. Producimos distintos tipos de hortalizas dependiendo de la estación del año, comenta Romina Salazar. En sus invernaderos y cultivos al aire libre, esta microempresa familiar cultiva lechuga, cilantro, rúcula, kale, mizuna, rabanitos, pepinos y tomates en verano. La producción es constante, sin interrupciones a lo largo del año.

Este emprendimiento no sólo destaca por la calidad de sus productos, sino también por el compromiso con el cuidado de los recursos naturales. Un ejemplo de ello es la instalación de sistemas para la acumulación de aguas lluvias, un recurso esencial en una zona que enfrenta restricciones hídricas, especialmente durante el verano. “La acumulación de aguas lluvia ha sido muy buena para nosotros. Lo abastece para seis invernaderos que están en plenaproducción durante todo el año”, explica Salazar. Actualmente, cuentan con dos estanques de 5.000 litros cada uno, que les permite utilizar menos agua del estero cercano.

Un proyecto que crece de la mano del agua

El agua ha sido un factor clave para la familia de Salazar. Según cuenta Romina, su madre fue la promotora del proyecto agrícola, luego de participar en el programa Prodemu, un convenio entre la Municipalidad de La Unión e INDAP, que le permitió adquirir conocimientos y herramientas para trabajar en invernaderos. Esta iniciativa ha sido la base del emprendimiento, que además recibe apoyo de programas estatales y créditos de instituciones como INDAP.

Los créditos son una buena ayuda, porque los proyectos a veces demoran mucho más tiempo o los recursos que entregan no son suficientes”, señala Salazar, reconociendo la importancia del apoyo estatal en zonas rurales.

Sin embargo, el desafío del agua persiste. A pesar de que los estanques les permiten ahorrar agua, durante el verano la situación se vuelve crítica, ya que los habitantes que viven más arriba cortan el suministro del estero para abastecer asus animales o cultivos. En ese contexto, la familia ha decidido seguir apostando por soluciones sustentables. Este año, lograron adjudicarse un proyecto para instalar una piscina acumuladora de agua, lo que les permitirá almacenar aún más litros y garantizar el riego durante todo el año.

Cuidar el recurso hídrico, una necesidad urgente

Romina Salazar subraya la importancia de cuidar el agua en una zona donde este recurso es limitado. Además de sus esfuerzos por almacenar agua de lluvia, hace un llamado a la comunidad para que se tome conciencia sobre su uso responsable. “Hay personas que botan el agua. Por ejemplo, si se rompe una manguera, la dejan que corra, corra y no la reparan. Las personas deberían aprender que el agua se va a acabar en algún momento, advierte.

Para Salazar, es fundamental que además de fomentar la acumulación de aguas lluvia, se eduque a la población sobre la conservación de este recurso. Si bien muchos agricultores optan por hacer pozos profundos para extraer agua subterránea, la emprendedora considera que esta no es una solución a largo plazo. Están gastando el agua que es limitada, que son las napas freáticas subterráneas, explica.

Proyección y sustentabilidad

A futuro, Romina y su familia proyectan seguir creciendo en la producción de hortalizas, siempre con un enfoque en el cuidado del agua y la sostenibilidad. Con el nuevo sistema de acumulación de agua y una mayor conciencia sobre el uso eficiente del recurso hídrico, este emprendimiento familiar sigue siendo un ejemplo de cómo las pequeñas iniciativas locales pueden marcar una gran diferencia en el cuidado del medio ambiente.

La historia de esta familia, sin duda es un reflejo del esfuerzo rural en la búsqueda de un equilibrio entre la producción agrícola y la protección de los recursos naturales. Desde Folleco Alto, siguen impulsando la agricultura sustentable, demostrando que es posible producir de manera consciente y amigable con el entorno.

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