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Sembrando Futuro: Valentina Vives y la revitalización de las semillas nativas en Chile

Esta serie de reportajes tiene su base en el proyecto "Sembrando Futuro: Historias de Emprendimiento Sostenible", financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2024 del Gobierno de Chile y el Consejo Regional de Los Ríos, que busca visibilizar las experiencias de mujeres emprendedoras en la agricultura sostenible de la provincia del Ranco mediante la creación de ocho reportajes escritos. Estos no solo destacan las vivencias y logros de estas mujeres, sino que también ponen en valor el impacto de las políticas públicas de programas como INDAP, FOSIS, PRODESAL y PDTI en sus trayectorias. El objetivo es promover prácticas agrícolas sostenibles, concienciar a la comunidad sobre la importancia de estas acciones y fortalecer el rol de las mujeres en la superación de brechas de género y socioambientales.

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Preservación de Semillas Nativas en Chile

La preservación de semillas nativas en Chile es fundamental para mantener la biodiversidad agrícola y cultural del país. Estas semillas, heredadas de generaciones de agricultores y pueblos originarios, representan una riqueza genética adaptada a los diversos ecosistemas chilenos. Sin embargo, la industrialización de la agricultura y la introducción de semillas comerciales han puesto en riesgo su continuidad. Organizaciones como la Cooperativa Semilla Austral trabajan activamente en rescatar, conservar y promover el uso de estas variedades tradicionales, fomentando prácticas agroecológicas que valoran el conocimiento ancestral y la sustentabilidad.

La conservación de semillas nativas no solo es vital para la soberanía alimentaria, sino también para enfrentar desafíos como el cambio climático. Las variedades locales suelen ser más resistentes a plagas, enfermedades y condiciones ambientales adversas, gracias a su adaptación natural. Mediante redes de guardianes de semillas, educación comunitaria y políticas públicas favorables, se busca fortalecer esta labor, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de una alimentación diversa y saludable, y que se preserve el patrimonio genético y cultural de Chile.

La historia de detrás de la Cooperativa Semilla Austral

En Curiñanco, un sector rural de la comuna de Valdivia en la región de Los Ríos, Valentina Vives ha encontrado su lugar en el mundo. Junto a su esposo Alejandro y sus hijas Teodora y Clara, ha echado raíces en un territorio ancestral, dedicando su vida al cuidado de la tierra y a la promoción de prácticas agroecológicas.

Como gerenta y socia fundadora de la Cooperativa Semilla Austral, Valentina es la única miembro fundadora que permanece activa tras más de una década de existencia formal y casi trece años desde sus inicios informales. La cooperativa, que comenzó como un movimiento, se ha consolidado y ahora incluye a más de 38 familias colaboradoras en nueve regiones del país, todas ellas guardianas de semillas reconocidas formalmente.

El rol fundamental de las mujeres

La cooperativa destaca por ser liderada mayoritariamente por mujeres. «Somos cerca de un 80% de mujeres que estamos a la cabeza de nuestras familias y de los procesos vinculados a la cooperativa», explica Valentina. Estas mujeres no solo se encargan de la producción agrícola, sino que también lideran procesos de cuidado del suelo, agua, biodiversidad y salud familiar.

«Históricamente, la mujer tradicional es quien ha puesto más empeño en la economía familiar y en el cuidado de los recursos», señala. Para ellas, la semilla es una forma de cuidar la vida y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones. La cooperativa crea espacios inclusivos donde participan niños, abuelos y vecinos en diversas actividades, fortaleciendo así el tejido social y cultural de las comunidades rurales.

Valentina aborda con claridad los desafíos que enfrenta la agroecología en Chile. Critica el modelo de producción industrializada enfocado en la exportación, que ha llevado a la erosión de suelos y pérdida de biodiversidad. «Es una política globalizada para que los países del sur exportemos materia prima hacia el norte», afirma.

La cooperativa apuesta por agregar valor en los territorios y mejorar la calidad de vida local. Promueven la soberanía alimentaria, la autosuficiencia y la recuperación de prácticas y sabores ancestrales. Valentina enfatiza la necesidad de sistemas autodependientes y tecnologías que imiten la naturaleza para lograr una verdadera sostenibilidad. «Estamos construyendo modos de vida regenerativos que utilizan los principios y éticas de la permacultura y la agroecología», añade.

Expansión y educación

Con presencia en nueve regiones del país, la Cooperativa Semilla Austral es un referente nacional en la producción de semillas orgánicas y agroecológicas. Han desarrollado sistemas participativos de certificación orgánica, reconocidos por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), lo que les ha permitido incidir en políticas públicas y actualizar la legislación vigente en materia de comercialización de semillas.

Además de la producción, la cooperativa se dedica a la educación a través de la Escuela Semilla Austral. «Trabajamos con grupos de agricultores y personas interesadas en aprender sobre agroecología, permacultura, plantas medicinales y tecnologías apropiadas», comenta Valentina. Su objetivo es expandir este conocimiento y fomentar prácticas regenerativas en más comunidades, contribuyendo así a la preservación del patrimonio genético y cultural de Chile.

Mirando al futuro

Valentina es optimista sobre el futuro de la agroecología en Chile. Visualiza un crecimiento económico y organizacional de la cooperativa, con una mayor especialización en la producción de semillas y un fortalecimiento de su rama educativa. Reconoce desafíos como la migración de jóvenes y el envejecimiento del campo, pero confía en que una retribución económica justa y el reconocimiento social atraerán a nuevas generaciones.

«Esta labor es eminentemente colectiva. Una familia no puede cuidar la infinita biodiversidad que existe. Mientras más seamos, más diversidad podemos cuidar», sostiene. La cooperativa busca expandir su red de guardianes de semillas, enfatizando que el cuidado de la biodiversidad es una responsabilidad compartida que asegura la calidad de vida para las futuras generaciones.

El trabajo de Valentina Vives y la Cooperativa Semilla Austral es un testimonio vivo en la Región de Los Ríos, del poder de la organización comunitaria y el liderazgo femenino en la promoción de prácticas sostenibles. A través de su compromiso con la tierra, la educación y la incidencia en las políticas públicas en la materia, están construyendo un modelo de vida que valora lo local y protege el medio ambiente.

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