La salud municipal ha sido otro de los problemas que tuvo que afrontar la administración de Andres Reinoso. El año pasado se tuvo que hacer una modificación presupuestaria y termina su gestión con un déficit en esta área.
En este sentido, el exconcejal Mario Ortiz es muy crítico con el nulo diálogo del anterior gobierno edilicio en esta materia. “En el Concejo nos enteramos que el presupuesto se aumentó en 50 millones, llegando a 650 millones, cuando se solicitaban 900 millones”, señala.
“El año pasado se generó más de una mesa de trabajo con todos los concejales y la administración municipal, la directora de salud (Mirta García), la directora de los Cesfam (Carla Astudillo) y los gremios. Este año no ocurrió aquello, solamente se acordó una reunión en la que no llegó el administrador municipal (Patricio Contreras), porque estaba con permiso, y el alcalde no envío a nadie y él tampoco se hizo presente”, recuerda.
Para Ortiz esta despreocupación por la salud comunal se explica por la conciencia que se habían perdido las elecciones y “tiraban la pelota para el lado”, menciona.
Desde su punto de vista el déficit en salud puede alterar el funcionamiento de algunas dependencias. “Se nos dijo que muchas veces los órganos sanitarios tenían que estar viendo día a día como estaban sus fondos para poder pagar los sueldos, honorarios, imposiciones, pago a proveedores, etc. Hay muchos costos que hay que pagar: el ELEAM, el arriendo de oficinas, la farmacia comunitaria, las ambulancias para dializados. La farmacia municipal se puede ver afectada porque no va a tener recursos para comprar algunos medicamentos. Probablemente los más caros no se van a comprar”, aseveró.
No obstante, Ortiz también responsabiliza al Ministerio de Salud sobre este problema. “Muchas veces en los programas de salud llega una partida inicial de recursos y pasan meses en los que no llegan, y quien tiene que cubrir todos esos gastos es el municipio, por lo que deja de hacer otras cosas para pasárselas a salud”, finalizó.