La flamante administración del alcalde Saturnino Quezada ya presenta su primera polémica, por las desvinculaciones de empleados municipales. En el último Concejo municipal, la concejala Erica Paredes de Renovación Nacional (RN) solicitó un informe sobre los despidos en la Municipalidad. “Quiero saber si hay temas políticos”, precisó.
Siguiendo con el tema, su colega Jessica Cossio del Partido Por la Democracia (PPD), cuestionó la forma de las desvinculaciones. “El fondo lo puedo comprender, pero no la forma: es poco comprensivo y empático. En cualquier lugar decente a un funcionario se le informa con un mes de anticipación su despido”, señaló.
El abogado de la Municipalidad, Javier Azocar, explicó que no era necesario que se les avisará con un mes de anticipación, dado que los funcionarios sabían cuando terminaba su contrato; lo que fue validado por la Contraloría General de la República.
El alcalde Quezada no cabe hablar de despidos, sino de no renovación de contratos. “Me voy a regir a lo que dice la ley, que dice que tenemos que tener un 40% de las personas a contrata y honorarios, y tenemos un 53,2%, por lo que estamos por sobre lo permitido. Que no se haiga (sic) fiscalizado al alcalde anterior (Andres Reinoso), es problema de los concejales, lo que es penado por la ley”, argumentó el edil.
Cossio retrucó esa versión. “Usted dice que no va a contratar a nadie para no salirse del 40%, pero vi un guardia, una secretaria, un conductor. Entonces estamos sacando gente y a la vez estamos contratando”, indicó.
Quezada señaló que se analizará los contratos de los funcionarios municipales, por lo que no se descarta que más personas puedan salir, hasta cumplir la meta de tener 40% de empleados a contrata.