El presidente y werken de la comunidad Futamahuidanchi, Julio Loyola, denunció públicamente los impactos ambientales y sociales que generaría la instalación del proyecto eólico Ovejera Sur, impulsado por el Consorcio Energético del Desarrollo Austral (CEDA), en el sector de Folleco, comuna de La Unión.
Según explicó Loyola, la comunidad mantuvo durante cuatro años conversaciones con representantes de la empresa y de organismos públicos, sin lograr un acuerdo en el marco del proceso de consulta indígena. “Tuvimos que cerrar la consulta sin acuerdo, porque nunca nos escucharon hasta el final”, señaló.
El dirigente advirtió que el proyecto afectaría zonas de alto valor ecológico y cultural: la Laguna del Toro, Piedra Millacura y diversos ojos de agua nativos que abastecen a cerca de 300 familias de Folleco Alto y Bajo. “Esas aguas son la vida del territorio. Si se intervienen las cuencas, ¿qué agua vamos a tomar? No hay agua potable, la gente vive de esas vertientes”, afirmó.
Loyola expresó también su preocupación por la deforestación de especies nativas y la alteración de los cauces hídricos debido a la apertura de caminos y la instalación de torres generadoras. “Se van a destruir nativos porque los caminos deben ser más amplios. Ese es el dolor que tenemos”, dijo.
Sobre la reciente votación 12-0 a favor del proyecto, del gobierno regional, Loyola fue enfático: “Pésima. Esperaba que al menos uno tuviera conciencia. Hoy estamos como Galvarino, con los brazos cortados. Pero no vamos a rendirnos. Vamos a luchar para que esos generadores no se levanten”.
Finalmente, el dirigente reiteró que su comunidad continuará movilizada junto a otras organizaciones de la Alianza Territorial de Daglipulli, en defensa del territorio y el agua, recordando que este tipo de proyectos deben respetar los derechos consagrados en el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales.
