A días de celebrarse las fiestas navideñas, la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), envía un firme mensaje a las personas para que no consideren a las mascotas como un regalo de navidad. Esto, porque tras las celebraciones, existe un patrón recurrente de aumento en la “devolución” o entrega voluntaria de animales, según reportan las fundaciones y refugios.
“Si bien no existen cifras concretas en Chile sobre este fenómeno, estamos claros que la adquisición impulsiva de animales de compañía, donde nuevos tutores subestiman la magnitud del compromiso real que implica el cuidado de un animal (alimentación, salud, interacciones, estimulación), tiene como resultado la renuncia o devolución temprana, afectando negativamente al animal, a las familia y a la infraestructura de los centros de rescate”, sostuvo Viviana Valenzuela, directora nacional de la comisión.
Los «Malos Manejos»
Según detallan en la Comisión de Tenencia Responsable de Colmevet, la falta de preparación y planificación de los tutores se traduce en conflictos de convivencia, que los médicos veterinarios identifican como «malos manejos»:
1. Falta de Conocimiento: los tutores carecen de la preparación o el conocimiento mínimo sobre tenencia responsable y bienestar animal.
2. Confusión de Conductas: comportamientos normales de estrés o adaptación (orinar fuera de lugar, destrucción de objetos, intentar escapar) son interpretados erróneamente como «conductas indeseables» en lugar de señales de un desajuste o falta de acompañamiento por parte de sus tutores.
3. Agravamiento del Conflicto: esta mala interpretación agrava el conflicto entre la familia y la mascota, acelerando la decisión de renunciar al animal.
En este sentido, los profesionales del Colegio Médico Veterinario, hacen un llamado a la acción e indican la necesidad de educarse y tener una reflexión previa antes de adoptar una mascota. En primer lugar, respecto de la educación sobre Tenencia Responsable, para que la adopción sea una decisión informada y consciente, no un gesto simbólico. En segundo lugar, evitando la “cosificación”, usando los animales como «regalos» y, por último, considerar que la adopción es un acto que implica «agrandar la familia», lo que requiere:
1. Preparación de Espacio: contar con un lugar adecuado para que el animal habite.
2. Conocimiento de Cuidados: informarse sobre los cuidados especiales al integrar un nuevo miembro a los hábitos, espacio y dinámica familiar.
3. Estrategias de Acompañamiento: se necesita implementar estrategias de acompañamiento pre y post-adopción para asegurar adopciones exitosas y reducir el riesgo de conflicto y renuncia temprana.
Un animal de compañía no es un objeto ni un juguete de temporada, sino un miembro de la familia que requiere compromiso, conocimiento y amor por muchos años. De esta manera, se resguardará la tenencia responsable y el bienestar del animal y de su familia, así como el de su entorno.




