David Martinez Vergara. Director Colegio de Cultura –La Unión
Profesores y educadores han debido enfrentar en las últimas décadas ,una disyuntiva realmente incómoda y que ha venido a perturbar seriamente el alma del educador. Cómo pasar de una educación represiva a una educación progresiva. Estamos de acuerdo que la antigua “educación a palos”, era una mala educación , puesto que tendía a formar seres dóciles por el temor, indiferentes, pasivamente permeables a la palabra del maestro, o rebeldes contra el castigo.
Sin embargo, el peligro actual ha recaído en un hecho bastante curioso: podríamos preguntarnos si una educación como la actual, que se atiene enteramente a la soberanía del niño, suprimiendo todos los obstáculos que le impidan una formación libre y sin ataduras ,no desemboca finalmente en una libertad que es una mezcla de la espontaneidad de la naturaleza animal guiada por las vías del instinto. Por el contrario, la libertad del niño debe ser la espontaneidad de una naturaleza humana y racional ,ya que la libertad se daña y se malgasta irreflexivamente si no es auxiliada y guiada. Una educación que entregue al niño o niña la responsabilidad de adquirir información, que se contente con contemplar el desarrollo de sus instintos, pensando que con ello refuerza su personalidad , y que haga del maestro un asistente dócil y superfluo, es un simple fracaso de la educación y de la responsabilidad de los adultos respecto a la juventud .
En consecuencia , el derecho del niño o niña a ser educado ,requiere que el educador posea autoridad moral sobre él o ella; y esta autoridad no es si no , el deber del adulto para encausar la libertad del educando.
Se hace fundamental que la sociedad comprenda que la tarea del profesor en el mundo actual, es en extremo difícil, y no existe una sola dificultad para realizarla con éxito, si no muchos problemas, entre los que podemos mencionar : las dificultades para adaptar los contenidos de la enseñanza a estudiantes con niveles diferentes o peculiaridades específicas ,sin descuidar la marcha general del curso ;dificultades frente a la modificación del rol del profesor y de los agentes tradicionales de socialización ; dificultades frente a la modificación del apoyo en el contexto social; dificultades frente a la violencia en los centros escolares; dificultades frente al agotamiento docente y la acumulación de exigencias y roles sobre el profesor entre otros.
Es fácil buscar culpables cuando se generan conflictos en este ámbito, pero lo que no se hace es hablar de las fuentes de tensión que pueden significar fallas o deficiencias personales y cuando esto no ocurre tenemos un entorno educacional que no entiende la importancia del trabajo en equipo, y el valor del capital humano .El mundo del futuro girará en torno a la inteligencia emocional, asertiva y relacional: escuchar y escucharse; entender y entenderse; respetar y respetarse .