Día Internacional de la Conservación del Suelo: del cuidado a la regeneración

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Cada 7 de julio se conmemora el Día Internacional de la Conservación del Suelo, una fecha que busca recordarnos una verdad incómoda pero urgente: estamos perdiendo el suelo. Esa capa delgada de vida que sostiene nuestras economías, nuestra alimentación y el equilibrio ecológico global está siendo degradada por prácticas productivas que aún priorizan el cortoplacismo por sobre la sostenibilidad.

Pero como decía don Carlos Crovetto Lamarca, pionero chileno de la agricultura sin labranza y padre del pensamiento regenerativo en los suelos:

“Yo no quiero conservar lo que está degradado. Yo quiero mejorar los suelos.”

Conservar es apenas un punto de partida. El verdadero desafío está en regenerar: reconstruir materia orgánica, activar la biología del suelo, restaurar ciclos hidrológicos y devolverle al suelo su capacidad de dar vida. No se trata solo de evitar el daño, sino de sanar lo dañado.

Hoy contamos con herramientas que Carlos Crovetto no tuvo en sus inicios: tecnología, datos, sensores, imágenes satelitales, análisis microbiológicos y químicos de alta precisión. No tenemos excusas. La ciencia y la tecnología están disponibles para ayudarnos a tomar decisiones productivas que no destruyan la base misma de la producción: el suelo.

Desde Grassland Analysis, por ejemplo, venimos trabajando para que cada productor agropecuario tenga acceso a diagnósticos integrales de suelo y praderas, a modelos que muestran si están regenerando o degradando su campo, y a recomendaciones prácticas para revertir trayectorias negativas. Es posible producir más y mejor, pero con respeto a los límites naturales y reconociendo que el suelo no es un insumo, es un ser vivo.

Este Día de la Conservación del Suelo no debería ser solo una efeméride. Debería ser un punto de inflexión. Una alarma que nos diga:
¡Basta de producir empobreciendo la tierra!
La verdadera economía comienza en el suelo. Y sin suelo sano, no hay futuro posible.

La regeneración no es una moda, es una necesidad civilizatoria.

Por Hardy Cárdenas, CEO- Grassland Analysis 

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