Reconocer a quienes trabajan en las bibliotecas públicas de Los Ríos por su aporte fundamental en la promoción de la lectura, acceso a la información, conectividad y generación de espacios de encuentro y resguardo de la memoria y el patrimonio de sus comunidades, es el objetivo que desde 2020 se ha fijado la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural para celebrar el Día del Bibliotecario y la Bibliotecaria.
En ese contexto, en Espacio Fluvial se realizó un taller de Coaching para equipos funcionarios de la Red de Bibliotecas Públicas de Los Ríos denominado Estrategias de fomento lector y mediación cultural, que estuvo a cargo de Manuel Kurte, docente de Lengua y Literatura de enseñanza media y coordinador CRA en el Centro Educativo Fernando Santiván de Panguipulli.
“Fue una ceremonia muy emotiva e íntima con participación de representantes de todas las comunas. Un evento de enseñanza aprendizaje muy bien recibido, que generó interés de seguir profundizando los temas”, dijo el seremi de las Culturas, Oscar Mendoza. La autoridad agregó: “Nos permitió reconocer el rol que tienen bibliotecarias y bibliotecarios, particularmente, en aquellos lugares más apartados, más rurales, donde ellos no solo se remiten a entregar y recibir libros, sino que son verdaderos protagonistas de los procesos de desarrollo, de cohesión social, de contribución a los procesos organizativos”.
Por su parte, la directora regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Karin Weil, definió la celebración como “un hito en la región” y en la que, dijo, “aprovechamos para encontrarnos con bibliotecarias, bibliotecarios y también con los encargados de bibliomóviles, y reconocer la labor que realizan en sus territorios, no solo en el fomento lector, sino también en la recuperación de la memoria, en el fortalecimiento del sentido de identidad y en esa posibilidad que nos entrega la literatura de pensar en un viaje hacia el otro”.
“Sabemos que ser bibliotecaria o bibliotecario, sobre todo en comunas aisladas o con menos recursos, no es una tarea fácil. Es una lucha permanente, una forma de resistencia insistente. Por eso valoramos profundamente estos espacios de encuentro, de catarsis, de afecto, donde nos reconocemos como parte de una comunidad, de una familia dentro del ecosistema del libro.
En esta oportunidad, además, tuvimos la posibilidad de homenajear a quienes se retiran de sus funciones, dando paso a nuevas generaciones que asumen esta posta con la misma vocación”, añadió.
En esta oportunidad, además, tuvimos la posibilidad de homenajear a quienes se retiran de sus funciones, dando paso a nuevas generaciones que asumen esta posta con la misma vocación”, añadió.
La entrega de reconocimientos por sus años de dedicación al servicio bibliotecario se realizó a Perty Coronado de Corral y María Angélica Medina de Río Bueno.
Para esta última, por cuatro décadas a cargo de la Biblioteca Pública N°201 Jorge Alessandri Rodríguez de Río Bueno, la ceremonia fue una oportunidad para revisar lo realizado. “Recordé actividades piloto realizadas en los sectores rurales a 70 u 80 kilómetros de la ciudad, enseñándole computación a personas de avanzada edad, aparte de todo lo que es el maravilloso mundo con el libro. Llegamos con una biblioteca móvil a siete escuelas del sector rural donde se ejecutó un proyecto de club de lectura para niños de entre 5 y 7 años. Esos momentos fueron inolvidables”, relató María Angélica Medina.
“Cuando recibí la biblioteca tenía 500 libros y funcionaba en una pieza de la casa Furniel. Después de 40 años, con mucho orgullo puedo decir que entregué una biblioteca con 15 mil libros instalada en una casa patrimonial”, comentó, a la vez que agradeció el apoyo permanente de Luis Díaz, a cargo del bibliomóvil municipal. “Biblioteca para mí es sinónimo de aprendizaje continuo. Me siento feliz de lo que entregué a mi comunidad en cuatro décadas de trabajo, una biblioteca empoderada, de la comuna, con un territorio lector que lo trabajábamos a todo nivel. ¡Vivan las bibliotecas públicas de Chile!”, cerró.
El Día del Bibliotecario y Bibliotecaria nace en 1969, cuando se promulga la ley que aprueba la constitución del Colegio de Bibliotecarios de Chile, la que es publicada en el Diario Oficial el 10 de julio del mismo año, fijándose ese día como la fecha de celebración de las personas que, según la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, tienen “a su cargo el cuidado, ordenación y servicio de una biblioteca”. Sin embargo, se extiende el homenaje y reconocimiento a todos quienes realizan la noble labor de estar a cargo de bibliotecas. En Los Ríos son más de 40 personas las que actualmente componen los equipos bibliotecarios públicos.
Crédito fotografías: Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas