Dichato…. entre el dolor y la esperanza

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En estos días son muchas las vivencias experimentadas, motivadas por los lazos construidos con tantas personas a partir de la experiencia «Bus de la alegría». Es decir, acompañamos a la gente de Dichato, en la conmemoración del suceso que les cambió la vida.

La primera vez que estuvimos allí, costaba creer como las olas -cinco nos dice Macarena Vergara, una de las dirigentas del campamento «El Molino»- cubrieron todo el pueblo, otrora centro turístico.

Al revisar los videos de aficionados en YouTube, resulta más fácil comprender el fenómeno, pero resulta muy impactante ver cómo los lugares que hemos recorrido, estuvieron cubiertos por el mar. El mismo mar que hoy sereno, acoge a quienes tímidamente se asomaron a la costa este verano, luego de que se limpiaran con buzos, los primeros metros de agua, hoy señalizados con boyas. Está de más decir que se encontró de todo.

Recorrimos poco antes de la conmemoración, por segunda vez el pueblo y como más tarde se lo escuché decir a un locutor despachando para su radio, «está la misma embarrá, pero limpia»; opinión que compartimos, ya que existe una dicotomía evidente en el paisaje que confunde a veces y que hemos graficado en fotografías. Por una parte nuestra mirada se encuentra con una hermosa playa, donde ni la arena ni las aguas evidencian lo que vimos la primera vez….cerros de escombros por toda la orilla, pero si miramos hacia el lado del pueblo la realidad es otra, allí comprobamos que reconstrucción no existe, lo que se ha levantado obedece a esfuerzos personales de su gente.

Restauranes y negocios varios, se levantan junto a escombros de casas y sitios devastados. Muchas de las ruinas hablan a través de las paredes: nombres, teléfonos, cantidad de metros cuadrados y mensajes como «Dichato no se vende» y «No a la expropiación», nos van evidenciando poco a poco los temas de hoy.

Algunos vecinos y vecinas han vuelto a sus casas, instalando allí sus mediaguas por temor a que sus terrenos sean expropiados. Están organizados y han protestado por esta medida que se pretende implementar, ya que dicen, los terrenos serán entregados a privados, para convertirlos en complejos turísticos o inmobiliarias como Santa Beatriz.

Por otra parte el campamento «El Molino», ubicado junto a la carretera antes de bajar a la playa, cobija a 500 familias Dichatinas.

Allí están las mediaguas, aún sin agua ni baño. Cada una de estas tiene asignado su baño, que se encuentran en grupos de a 6 en un conteiner a unos 30 metros y a veces más. Los pilones de agua están dispuestos en diversos puntos de los campamentos, éstos -denuncian las pobladoras- no han tenido mantención desde que fueron instalados, el agua no les da la confianza para ser bebida.

Las mediaguas han ido cobrando identidad, comparado con lo que vimos cuando recién las entregaron: plantitas, ampliaciones, etc. Pero aún son mediaguas, precarias construcciones, que cobijan a gente que tuvo su casa y un «buen pasar», ya que la residencia de Dichato trabajó siempre en empleos relacionados con el turismo. Abruptamente esta condición cambió junto con sus ingresos, que disminuyeron en un 50%, señaló Lorena Arces, dirigenta del borde costero.

Hoy el hacinamiento afecta a estas familias, con los problemas sociales que esto conlleva. Aún están implementados los programas pro empleos, que palean un poco la cesantía, pero que no otorga derechos ni previsiones. El problema mayor sin duda es el desempleo, así lo plantearon las mujeres a un grupo de dirigentes políticos que llegaron a la vigilia la noche del sábado 26. Ellas están desesperadas, ya que no hay trabajo y se viene el invierno, los alimentos que llegaron a través de las acciones solidarias ya se terminaron. Curiosamente, la prensa entrevistó a los presidentes de los partidos políticos, pero cuando hablaron las mujeres, los focos y cámaras se apagaron…..la desesperación y la denuncia incomoda.

La gente de Dichato y Cochogue, ha perdido la fe en los políticos y a pesar de destacables compromisos como el que ha tenido el Senador Navarro, no se logran encantar, por lo que la visita del grupo de dirigentes, no tuvo mayor repercusión e incluso les fue manifestado el rechazo a su presencia en algunos sectores, donde se realizaban actos conmemorativos.

En el campamento más grande de Chile, «El Molino», las mujeres agradecieron la presencia de Juan Antonio Gómez (PR), Osvaldo Andrade (PS), Ignacio Walker (DC), Carolina Tohá (PPD) y de Alejandro Navarro (MAS); así lo manifestó la dirigenta Nuri Ancao, una Valdiviana de Curiñanco, quién hace un año reside en Dichato. Ella misma agregó: «Son momentos de dolor y recogimiento, pero que como mujeres, madres y esposas se han sabido levantar”. Pidió ser escuchada por el gobierno en sus demandas, a través de los numerosos medios que llegaron a cubrir la noticia, pero que nunca la filmaron.

Alejandro Navarro manifestó que «la mentira aumenta el dolor de las personas, se habla de un 60% de reconstrucción y es evidente que no es tal».

Por otra parte Osvaldo Andrade dijo que “como oposición entendemos el llamado del gobierno a la unidad en este proceso de reconstrucción, pero debe hacerse sobre la base de la verdad, han habido muchas promesas incumplidas y acciones poco claras que han creado falsas expectativas en la gente afectada y hoy causan mucha desilusión.

Eduardo Aguilera, Alcalde de Dichato, quien durante la última visita presidencial a la zona no se sumó a los actos oficiales, como protesta al trato que habían recibido los dirigentes sociales, quienes fueron detenidos por manifestar su descontento, manifestó que «este es un momento de encuentro y reflexión para meditar sobre todo lo que hemos vivido, lo que hemos hecho y falta por hacer, un momento de conversar mucho, para así cambiar el futuro. Pero se debe tener disposición a dialogar, la conversan está dentro de la esencia de la democracia”.

Consultado por las expropiaciones, dijo que “son medidas injustas, porque se debería hacer en todo el litoral del país, no sólo en Dichato. Las medidas de mitigación se comprenden, pero estas son extremas, no se puede desarraigar a las personas del lugar donde han desarrollado sus vidas, construyendo con esfuerzo sus hogares”.

El alcalde criticó la gestión desarrollada por parte del gobierno, hoy se vive otro terremoto, el hacinamiento, la falta de claridad con el tema de vivienda. “Se ha perdido un año, no porque no estén los recursos, ha habido falta de gestión, hoy es el momento de que esta realidad llegue al corazón de las personas que toman decisiones y corrijan lo que no se ha hecho bien hasta el momento”.

Las conmemoraciones realizadas en las diversas «aldeas», convergieron hacia la orilla del mar, a eso de las tres de la mañana. La gente proveniente de variados lugares de Chile y residentes, llegaron hasta el memorial que recuerda a las víctimas de la tragedia. E n el camino acompañamos a Macarena Vergara, nuestra amiga dirigente de uno de los campamentos que visitamos. Junto a su familia recorrimos el lugar donde estuvo su casa. Macarena pocas veces baja a ver el lugar donde hoy vuelve a levantarse el pueblo. Fuimos testigos de cómo su pequeña hijita rompió en llanto cuando nos aproximábamos al sector donde vivieron alguna vez, allí mismo más tarde después de la peregrinación, pasaron a poner una vela y otra junto a un palo de luz, donde un auto quedó suspendido, enganchado en el quebrado poste….a la semana cuando lo bajaban, se dieron cuenta que su conductor yacía adentro.

Historias como esas se escucharon durante la vigilia, relatos sin duda sanadores y momentos emotivos como cuando un grupo de personas provenientes de Chillan, dejaron junto a la cruz, un retrato de un hombre que se encontraba veraneando y fue arrastrado por las olas.

En nuestro recorrido nos encontramos con una sobreviviente: la gruta de la Virgen de Dichato. Curiosamente todo fue arrastrado a su alrededor, hasta la casa a la cual pertenecía, de propiedad de la señora Carmen Soto, como lo hace notar un cartel.

No hay claridad en el número de víctimas en el sector, se fueron instalando velas en los lugares donde se encontraron cuerpos, resultó conmovedor ver las esquinas y sectores de la playa iluminados en esa noche de recuerdo.

Resulta difícil transmitir las emociones, pero también difícil es convencer a quienes lejanos de esta realidad, piensan que ya todo pasó….esto está muy distante de ocurrir, las necesidades están y se acrecientan, la escuela de Dichato está realizando campaña para recolectar útiles escolares y es urgente ayuda en alimentos. Ya lo dijimos: las mujeres están desesperadas por la aproximación del invierno y la falta de fuentes laborales, le temen al hambre y al frío.

Durante nuestra permanencia en la zona, participamos de la marcha en Concepción del Movimiento Nacional por la Reconstrucción, allí se reunieron aproximadamente 5000 personas pertenecientes a organizaciones sociales y políticos, que convergieron hacia la plaza donde se desarrolló un acto cultural. Además de poesía y música, hubo intervenciones de dirigentes, afectados y saludos que llegaron de todo Chile.

También visitamos el campamento de Cocholgüe, al que apoyamos con la campaña «Redes para Cocholgüe», ya que es una caleta pesquera cuyas casas no resultaron dañadas, pero que se encuentran amenazadas por una falla del cerro, que ha provocado derrumbes que bloquearon uno de los accesos y mantienen en riesgo el lugar. Perdieron sus implementos de pesca y se encuentran en mediaguas en diversos sectores aledaños. 30 familias no han abandonado sus viviendas y rechazaron las mediaguas. Allí vivimos el reencuentro con nuestras amigas Atala y Marcia, ellas en sus mediaguas tampoco tienen agua, pero como es un lugar de pescadores, la realidad económica es más favorable. Como siempre recibimos el cariño de ellas y compartimos algo así como charqui de pescado o pescá seca, alimento ancestral, heredado de generación en generación. Pero al igual que todas y todos, les preocupa como pasar el invierno.

Resulta difícil transmitir las emociones, pero también difícil es convencer a quienes lejanos de esta realidad piensan que ya todo pasó….esto está muy distante de ocurrir, las necesidades están y se acrecientan, la escuela de Dichato está realizando campaña para recolectar útiles escolares y es urgente ayuda en alimentos. Ya lo dijimos, las mujeres están desesperadas por la aproximación del invierno y la falta de fuentes laborales, le temen al hambre y al frío, Dichato y su gente nos atrapa, creo que no se puede parar de ayudar….¿Cómo lo hacemos?

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Marisol Molina

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