Corfo apoya a emprendedora en cultivo de Alforfón.

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Mediante el Programa de Apoyo de Emprendimiento Local (PEL), una de las participantes implementa un sueño que se convierte en realidad.

Sandra Ramírez viaja al sector de las Juntas camino a Futrono para ver cómo está creciendo su cultivo de Alforfón en la región de Los Ríos. La planta originaria de Asia Central, es cultivada por la ventaja que poseen sus granos para consumo animal y humano. El cultivo tiene las características de un cereal y los mayores consumidores en el mundo son China, Rusia, Ucrania y Polonia.

La emprendedora explica que “mi proyecto es cultivar un grano que se llama Alforfón y poder distribuirlo a nivel nacional en aquellas personas que deseen tener una alimentación sana con un aporte de proteínas vegetales y mejorar su calidad de vida. Al principio, la semilla estuvo en la casa de un pariente que fue beneficiado con un proyecto de una universidad. La observé e investigue y vi potencial en este grano. Tuve una idea de negocio pero me costó decidirme, al final comencé el trabajo y la cultivamos”, afirma.

Según Sandra, el cultivo no se encuentra en Chile, “tengo conocimiento de que no está en otras partes del país. Por lo tanto, soy la primera persona que está cultivando esta semilla. Yo participé de un Programa de Emprendimiento Local (PEL) de Corfo, gracias a él voy a construir una sala de producción para el envasado del producto. Mi idea es que sea una sala con las condiciones de aislación y temperaturas correctas y que se proteja de plagas como las de los roedores”, explica.

El director regional de Corfo Los Ríos, Cristian Durán, plantea que “nuestra institución es la encargada de promover el emprendimiento y la innovación mediante programas que apoyan a los emprendedores como Sandra que sueñan, emprenden y crecen. Creemos que el emprendimiento es un atajo para superar la pobreza y un avance hacia una sociedad de oportunidades”, afirma.

Actualmente, la emprendedora está en la cuarta cosecha, el grano lo ha compartido con círculos cercanos y ha tenido una muy buena aceptación, lo que la motiva a seguir con el cultivo. Con las cosechas anteriores, se dedicó a descascararlas en forma manual y las utilizó como relleno para unas almohadas con características medicinales.

“Me gustaría que la gente pueda acceder a un producto natural y que se comercialice en personas con buenos hábitos alimenticios. En internet leí que en Japón se hacen fideos con este grano, no le hace mal a los que tienen intolerancia al gluten, lo que refuerza mi idea de que este producto es nutritivo y sano para los seres humanos”, afirma.

“Los sueños dejan de serlos cuando uno los está logrando. Yo estoy armando el negocio y está tomado forma”, concluye.

 

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