Multitudinario adiós a Chanty Cuevas en La Unión

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Más de 3 mil personas asistieron a sus exequias, siendo el funeral más masivo en la historia de La Unión.

Multitudes salieron a las calles para rendirle el último adiós a conocido y querido personaje.

En una triste tarde primaveral, con el agua a punto de caer sobre la ciudad, como si el cielo también quisiera llorar la partida de Chanty Cuevas, se realizaron los funerales del mítico personaje unionino,

A las 15:00 horas se dio inicio al responso en la capilla Santa María, ubicada en Caupolicán Alto, mismo lugar donde se efectuó su velatorio. En el interior, en medio de la pena de los familiares, también hubo aplausos y risas cuando se evocaron sus anécdotas, por parte de sus sobrinos.

Mario Ortíz, sobrino de José Santiago Cuevas Ojeda, al despedirlo en el interior dijo que ,“El tío Chanty construyó su propio reino, en el que él vivía y disponía según estaba en su mente”. Su familia lo recuerda como cariñoso, trabajador, alegre y un motivador de la risa con sus ya conocidas respuestas.

A la salida de la capilla lo esperaba un multitud mayor a la que estaba en el interior, siendo puesta la urna en un carro tirado a mano, mientras un grupo de folkloristas cantaron la cueca de Chanty. Así al salir rumbo al cementerio era precedido por motoristas de Carabineros y por las carrozas fúnebres que llevaban las flores y en su interior a los familiares más cercanos.

El cortejo fúnebre bajó por calle Caupolicán, siendo esperado por el personal de la Quinta Compañía de Bomberos que, formados en una fila con carros fuera del cuartel, le rindió homenaje al pasar haciendo sonar las sirenas del carro. Ello fue debido a que mantenían un estrecho lazo con Chanty, por cuanto siempre estaba compartiendo con ellos, picando leña.

Luego de ello, el cortejo se dirigió a la población Francisco Aguirre donde los esperaba una gran multitud, ingresando por el pasaje en el que encontró la muerte y luego enfilando hasta la calle en la que vivió por muchos años. Allí en medio de emocionadas palabras, sus vecinos le dieron el último adiós.

“”Chanty, queremos que recibas la despedida que te brinda tu población, te llevas en tu último viaje el cariño de todos tus vecinos”, expresaron sus vecinos.

“Nos diste tu alegría, y por eso te agradecemos de todo corazón. Jamás fuiste insolente con los niños y es un valor que vamos a reconocer siempre”, acotó una acongojada vecina, señalando luego: “Reímos contigo muchas veces, y ahora sufrimos y lloramos tu partida. No merecías esa muerte”.

Al llegar al sector del paso nivel de acceso a la ciudad, Carabineros debió interrumpir el tránsito, mientras numerosas personas apostadas en las partes más alta y al lado de la población Corvi, recibió el cortejo en medio de un gran aplauso.

Posteriormente, el funeral continuó por calle Elvira Werner, pasando hasta el sector de el Maitén, y a cada rato se iban sumando más personas. Así, al llegar al sector de la plazoleta de ingreso a la población Llollelhue iba una interminable fila de personas acompañando, en tanto que otra multitud que estaba apostada en las veredas se sumó para acompañar a Chanty en el viaje a su última morada.

El sepelio prosiguió luego hacia la población Los Ríos, enfilando después por calle Prat. Debido al tránsito interrumpido por reparación de la calle Camilo Henríquez, debió subir el cortejo hasta calle Chacabuco, y seguidamente por Carlos Condell. Al llegar al puente Radimadi en la salida hacia Trumao, otra multitud lo recibió en medio de aplausos, sumándose al funeral.

Al llegar al Cementerio Municipal, colectiveros y taxistas recibieron el funeral haciendo sonar sus bocinas, rindiéndole con ello un homenaje.

Ya en el cementerio, se apreciaba otra multitud esperando en el lugar donde sería sepultado, dando lugar a sentidos discursos e familiares y amigos. Así Mario Ortiz, Bernardo Mayorga, Raúl Avila y sobrinos de Puyehue lo despidieron sentidamente en medio del aplauso de los concurrentes al sepelio y bajo un cielo amenzante de lluvia. Incluso se leyó la despedida enviada por familiares que viven en Estados Unidos, los Laveiru-Cuevas.

Finalmente, procedieron a despedirlo como a Chanty le gustaba: brindando con vino en su honor, recordando así que Chanty siempre pedía una moneda para la “cañita” o compartía ese brindis con los amigos. Incluso se le regó vino a su urna para compartir el momento. Además, se le dejó también en el interior su tazón regalón, el que usaba para desayunar todos los días.

Así, pasadas las 18:30 horas, y luego de tres horas y medias de haberse dado inicio a sus exequias, Chanty Cuevas quedó en el lugar que será su última morada.

Al despedirlo, Bernardo Mayorga, recordó que Chanty solía regalar galantemente flores a las mujeres. Parece que muchas hoy le devolvieron el gesto, porque su tumba quedó finalmente cubierta por más de un metro de ramos y coronas de flores.

Chanty, vivió una vida difícil, pero tuvo el funeral que se merecía, con dignidad, respeto y el cariño de una ciudad agradecida por la sonrisa que más de alguna vez logró arrancar de los labios de los unioninos, gracias a sus garabateadas respuestas.

Chanty Cuevas, el personaje inmortal de La Unión, descanza en paz.

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