spot_img
spot_img
spot_img

Taller laboral de Curaco, vocación y esfuerzo al servicio de la educación

spot_img
Foto: www.riobuenochile.cl

Pocas veces se tiene la oportunidad de conocer obras educativas que van más allá del trabajo propio de un profesor y que traspasan las fronteras de la vocación y el amor por la docencia. Una de estas obras es la que realiza la educadora diferencial Nancy Soto en el Taller Laboral de Curaco, perteneciente a la escuela Río Bueno.

Desde hace tres años esta docente trabaja con 16 adolescentes que poseen algún tipo de deficiencia en el aprendizaje, ya sea leve o moderado, quienes egresaron de 8º básico de las distintas escuelas rurales o urbanas de la comuna riobuenina. Lo destacable de la obra es que estos jóvenes llegan a recorrer más de 30 kilómetros para acudir cada día a los talleres que imparte este establecimiento, el que les entrega las herramientas necesarias para afrontar el futuro con un oficio determinado.

Amor a su trabajo

Dentro de los talleres de varones está el de trabajos en madera, guiados por el monitor José Valenzuela y para las mujeres, los de distintas manualidades en lana y repostería, encabezados por Nancy Soto. Además estos alumnos construyeron su propio invernadero para generar verduras que pudiesen vender.

Al hablar con Nancy Soto se puede apreciar inmediatamente el compromiso que tiene con su trabajo con los jóvenes de Río Bueno, ya que al relatar todos los avances que han logrado, gracias al ingenio y perseverancia de sus alumnos, le brillan los ojos.

Con una familia formada y 23 años de servicio como educadora diferencial, Soto asegura que “este taller es el mayor desafío de mi vida, porque cuando me trajeron hace tres años casi me pongo a llorar de lo abandonado que estaba. Fue en ese momento cuando decidí sacar esto adelante y junto a mis alumnos cortamos el pasto, recuperamos madera para hacer muebles, limpiamos y comenzamos a darle vida a esta casa del sector rural”.

Los 16 alumnos han presentado muchos avances en el tiempo que llevan como alumnos de Nancy, incluso comenzaron una campaña de ayuda a las zonas afectadas por el terremoto ocurrido el 27 de febrero de este año. Las mujeres están confeccionando frazadas de lana y los varones confeccionan bandejas y juguetes de madera. “Es muy destacable que jóvenes con estas discapacidades demuestren tanto compromiso y trabajen día a día para ayudar a nuestros compatriotas” señaló la encargada del establecimiento.

Uno de los alumnos que ha demostrado un gran avance dentro de esta obra educativa es Nicolás Lepay, de 16 años y que cada día viaja desde el sector de Crucero para asistir a los talleres. “Llevo un año acá y he encontrado una segunda familia, me llevo bien con mis compañeros y todo lo que he aprendido lo aprovecho para ayudar en mi casa. En el futuro quiero trabajar en el campo y utilizar mis conocimientos que aprendí en este taller” aseguró tímidamente Nicolás, causando la sorpresa de su profesora, ya que por lo general no le gusta hablar.

Durante las tardes es recurrente encontrar al grupo de mujeres que -junto a la música de una antigua radio y a las indicaciones de Nancy- realizan cuidadosamente los distintos trabajos en lana que servirán para ayudar a quienes lo perdieron todo en la zona central del país. “En este lugar he aprendido a convivir con los demás chicos, además de muchas cosas más. Me encanta el trabajo de mi profesora y ella me inspiró a que, cuando grande, quiero ser parvularia para trabajar con niños y ayudarlos de la misma forma en que me ayudan a mi” aseguró Diana Oporto, de 17 años, quien durante dos años viaja día a día desde el sector rural de Futahuente hasta la localidad de Curaco, con el objetivo de capacitarse en el tejido y la repostería.

Una de las más histriónicas del grupo es Estrella Monsalve de 17 años, proveniente del sector de Cuncún, quien sostuvo que “este taller ha logrado que seamos mejores personas y que afrontemos el futuro con mayores herramientas. Agradezco el trabajo de nuestra profesora y de don José, los que cada día nos entregan todos sus conocimientos y cariño”.

La escasez de recursos con el que cuenta este establecimiento, dependiente de la escuela Río Bueno, motivó al alcalde de dicha comuna, Luis Reyes, quien visitó Curaco el pasado miércoles y comprometió su total apoyo a estos 16 estudiantes. “Es muy valorable el trabajo que realiza Nancy en este lugar y realmente creo que pocas personas demuestran la verdadera vocación de servicio que tiene esta educadora diferencial. Creo que es hora de levantar esta iniciativa y darle a estos jóvenes mayores herramientas para afrontar el futuro” señaló el edil riobuenino.

Reyes visitará hoy martes el Taller laboral de Curaco, en compañía de funcionarios del Departamento de Educación Municipal y miembros de la Feria Agrícola, Ganadera, Artesanal, Forestal y Turística (Fagar), con el objetivo de lograr que esta última iniciativa municipal, pueda apadrinar este establecimiento y mejorar la calidad en que se imparten los talleres.

“Nosotros no pedimos que nos regalen nada, sino que nos ayuden con materiales y herramientas que le permitan confeccionar trabajos a estos jóvenes, que más tarde pudiesen vender. De esta forma estaría recompensando lo que nos llegue en ayuda”, finalizó la docente riobuenina, que -al preguntarle por su mayor anhelo- cierra los ojos y dice “sueño con ver mejorado este recinto y poder ayudar a más jóvenes de la comuna, no sólo en su juventud, sino que hacerles un seguimiento en su vida laboral, ya que estamos frente a personas a las que se les hace mucho más difícil la vida”.

Gerhard Brandt J., prensa municipalidad de Río Bueno

Fuente: www.riobuenochile.cl

spot_img

MÁS NOTICIAS

spot_img