Agricultura y ganadería: Monitorear causas, no solo síntomas

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En la actualidad, el acceso a datos ambientales es cada vez más amplio y preciso. Contamos con tecnologías avanzadas como satélites, drones, sensores y modelos climáticos que nos proporcionan información valiosa sobre lluvias, crecimientos vegetativos, temperaturas y otros indicadores. Sin embargo, esta abundancia de datos puede ser engañosa si no entendemos que, en el fondo, no estamos abordando las verdaderas causas de la degradación de los recursos naturales.
Los datos ambientales son, en esencia, una consecuencia. Nos revelan lo bien o mal que hemos manejado el medio ambiente, pero no resuelven el problema de fondo. Si no redirigimos los esfuerzos hacia el monitoreo de las causas de la degradación, como la pérdida de materia orgánica, el uso intensivo del arado o el sobrepastoreo en sistemas ganaderos, estaremos luchando contra los síntomas en lugar de atacar la raíz del problema.
Es fundamental reorientar las estrategias hacia acciones preventivas y correctivas que garanticen la sostenibilidad de los sistemas productivos. Algunos puntos clave para reflexionar y actuar:
1. Monitorear las causas, no solo los síntomas
Más que medir indicadores generales del clima o de vegetación, debemos centrarnos en analizar lo que está degradando los suelos. Esto incluye evaluar la calidad de la materia orgánica, el carbono, el nivel de compactación del suelo y los impactos de prácticas agrícolas como el monocultivo o la labranza intensiva, etc.
2. Enfoque preventivo
El monitoreo no debe limitarse a describir lo que está ocurriendo, sino a activar estrategias que eviten la degradación. Por ejemplo, la implementación de labranza cero, el manejo holístico del ganado y las rotaciones de cultivos diversificados son prácticas que ayudan a prevenir la erosión y la pérdida de fertilidad del suelo.
3. Sistemas integrados de datos y acción
Las herramientas tecnológicas, como drones o imágenes satelitales, pueden aportar información clave, pero su verdadero valor está en cómo se usan. Si detectamos, por ejemplo, una pérdida de vegetación en tiempo real, esta información debe traducirse inmediatamente en decisiones prácticas, como el descanso del suelo o la regeneración de pastizales mediante técnicas adaptadas al contexto.
4. Cambio cultural y educativo
Más allá de la tecnología, es necesario fomentar una transformación cultural en los sistemas productivos. Los productores necesitan comprender cómo sus decisiones impactan el medio ambiente y cómo la sustentabilidad no es solo un concepto ambiental, sino una estrategia económica que asegura su futuro o la sostenibilidad de su unidad productiva.
En este contexto, iniciativas como las de Grassland Analysis están marcando una diferencia significativa. La empresa se ha enfocado en generar datos clave que permitan no solo observar las consecuencias de la degradación, sino también identificar sus causas y proponer soluciones concretas. Grassland combina tecnología avanzada con un enfoque regenerativo, trabajando con herramientas de monitoreo del suelo desde la biomasa microbiológica, lo que le permite evaluar la salud del suelo y determinar si se está regenerando con el manejo implementado.
Además, Grassland ha desarrollado un software innovador que permite monitorear si el manejo del pastoreo está ocasionando degradación o regeneración de las praderas. Este enfoque técnico y científico se complementa con una visión estratégica enfocada en resolver el problema desde la raíz, cambiando así los destinos de la unidad productiva.
A través de sistemas de rotación controlada de ganado, regeneración de pastizales y prácticas agrícolas sostenibles, la empresa demuestra cómo los datos pueden ser utilizados para transformar decisiones y mejorar los resultados en el terreno. Este enfoque no solo detiene la pérdida de recursos, sino que también mejora la productividad y la resiliencia de los sistemas productivos.
Grassland también está trabajando activamente en la educación de los productores, capacitándolos para entender la importancia de las prácticas regenerativas y cómo estas impactan directamente en la rentabilidad a largo plazo. Este enfoque combina datos, acción y cambio cultural, estableciendo un modelo de producción que equilibra el crecimiento económico con el cuidado del medio ambiente.
El futuro de la producción sostenible depende no solo de lo que sabemos, sino de lo que hacemos con ese conocimiento. ¿Estamos listos para dejar de describir los problemas y comenzar a resolverlos desde su raíz? Grassland Analysis es un ejemplo de cómo las herramientas correctas y las decisiones bien fundamentadas pueden generar un impacto positivo real en la lucha contra la degradación ambiental.

Hardy Cárdenas Quichillao, CEO de Grassland Analysis.

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